­La junta directiva del Colegio Oficial de Enfermería de la Región de Murcia detectó, entre otras irregularidades, el pago al presidente, Diego Gutiérrez, de 3.500 euros mensuales por el alquiler de un piso de su propiedad en el que almacenaba todos los datos de los colegiados sin consentimiento de la junta, además de una serie de recibos, también cobrados por Gutiérrez, por ofrecer cursos de formación a través de una empresa de la que eran directivos tanto él como el hijo del tesorero Jesús Cobarro, del mismo nombre.

Esta fue parte de la información que se desveló en una asamblea celebrada ayer para dar a conocer a los colegiados las acciones que está llevando a cabo la directiva en funciones para resolver las presuntas irregularidades en las cuentas.

Según el vicepresidente del Colegio, Fernando Navarro –que actualmente ejerce de presidente en funciones, tras ser apartados de sus respectivos cargos Diego Gutiérrez y Jesús Cobarro–, «no sabemos el alcance que tienen las irregularidades detectadas por la junta, por lo que esperamos el resultado de la auditoría que se está realizando a las cuentas del Colegio para obtener todos los datos necesarios para actuar».

El ´pisito´ y la empresa

Navarro no quiso entrar en detalle sobre las infracciones cometidas por la anterior directiva, pero algunos de los colegiados asistentes sí que detallaron a LA OPINIÓN el contenido de la reunión.

«El presidente tenía un ´pisito´ de dos dormitorios en Ronda Sur, por el que cobraba al Colegio 3.500 euros al mes de alquiler, a donde se llevó sin permiso alguno toda la documentación de los colegiados», detalló una enfermera. «No sabemos quién puede haber visto, manipulado o adquirido esa información, que va desde direcciones hasta cuentas bancarias y DNI, por lo que nos estamos planteando denunciarle, aunque sea a título personal, de acuerdo a la ley de protección de datos».

Según se dijo en la asamblea, «no existen actas que digan que en algún momento la junta dio su consentimiento al piso».

La existencia de este lugar, detectada por la directiva, fue uno de los motivos por el que se apartó a ambos cargos de sus respectivas funciones. El otro motivo que los colegiados especificaron a esta redacción fue «que la empresa de formación que ofrecía todos los cursos a los colegiados estaba dirigida por Gutiérrez, y era propiedad de Jesús Cobarro, el hijo del tesorero del Colegio». Según estos enfermeros, la empresa habría cobrado numerosas facturas de hasta 2.500 euros por sus servicios, las cuales «iban a parar al presidente, para lo cual hacía facturas sin especificar el concepto».

Durante la reunión de ayer, varios de los colegiados exigieron dimisiones en la junta y la convocatoria de elecciones, así como una reforma de los estatutos pendiente desde hace tiempo. Sin embargo, Navarro afirmó que «todos esos temas se tratarán en la próxima asamblea, que podría ser a finales de octubre, en la cual ya tendremos el resultado de la auditoría de las cuentas». El presidente en funciones añadió que «será entonces también cuando se discuta si se realizan auditorías a años anteriores». Mientras tanto, sin embargo, Gutiérrez –que acudió a la reunión con su abogado, pero no intervino– y Cobarro –ausente– «seguirán en sus cargos, pero sin funciones. Debemos respetar la presunción de inocencia».