A mediados del siglo XVIII comienzan a proliferar las artísticas medias de punto, tejidas con hilo, utilizando varias agujas que permitían confeccionar las prendas con sugerentes calados o con artísticos motivos, simulando pétalos de flores en relieve, los cuales brotaban del mismo tejido con un efecto de pellizco, en huertano repizco o repisco, puntos artesanales éstos de marcada complejidad, que dieron lugar a la peculiar denominación popular de esta prenda de vestir.

Eso sí, no hay que confundir la media larga, con la calza, que cubre sólo hasta la rodilla. El color predominante de las medias era el blanco para los eventos festivos, y negras para el luto, aunque para diario las había de otras tonalidades y, a veces, se adornaron con tiras de pasamanería o bordados sobrepuestos, preferentemente claveles reventones o rosas policromas.

Su uso estaba restringido a los ciclos festivos, ocasiones solemnes, bodas, bautizos, o bien a los desplazamientos a la ciudad, luciéndolas tanto el hombre como la mujer, al formar parte del traje regional murciano.

Los hombres, además, utilizaban, y continúan haciéndolo en la actualidad, las medias de repizco en la Semana Santa murciana como aportación personalísima a la vestimenta huertana del cofrade estante, que debido al peso que debe soportar llevando a hombros el paso, se arremanga la túnica para permitir un mejor avance, dejando con ello lucir en todo su esplendor las medias de punto de aguja con las que recubre sus pantorrillas.

En estas medias tiene una especial relevancia el tipo de punto denominado de garbanzo, por su similitud con esta legumbre.

Obras de arte

Algunas de estas medias son auténticas obras de arte por la dificultad de su ejecución, siendo muy valoradas por sus propietarios, que las conservan como ´oro en paño´, no en cualquier sitio, sino en el arca, a buen recaudo en el mejor lugar de su casa, ya que aunque todavía hay mujeres mayores y algún que otro hombre que las elabora de manera artesanal en nuestra Región, su número es cada vez más reducido.

Otro de los complementos indispensables son las ligas de artística confección, que en la mayoría de los casos incorporan detalles a juego con el color de la túnica de los estantes, ya sea morada, colorá, azul, corinto, blanca, verde, negra o magenta.