­División de opiniones y caras largas en el Cabildo de Cofradías de Murcia por la elección del Nazareno del Año para la Semana Santa 2011, después de que no saliera adelante la propuesta de un grupo que quería que el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, recibiera dicha distinción. Todo comenzó cuando la archicofradía de la Sangre propuso para tal cargo a Juan Sotomayor Baños (quien finalmente recibió el nombramiento) y así se lo hizo saber al Cabildo, organismo formado por todas las cofradías de Murcia.

Según fuentes cercanas a dicha institución, varios de los presidentes no estaban de acuerdo con la persona elegida por el presidente de la Sangre, Carlos Valcárcel, ya que querían que la próxima Semana Santa el Nazareno del Año fuera el hermano de éste, el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel.

Al parecer, según las mismas fuentes, el presidente del Ejecutivo declinó la invitación alegando que ya se había comprometido a leer el pregón de la Semana Santa de Jumilla, por lo que cambiaron de candidato, poniendo en esta ocasión su atención en el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara. Según aseguran dichas fuentes a LA OPINIÓN, al alcalde se le hizo saber que él sería el Nazareno del Año antes de que se celebrara la correspondiente votación en el Cabildo, algo que él aceptó gustosamente.

El problema llegó cuando Carlos Valcárcel y una serie de presidentes de cofradías que pensaban como él no estaban de acuerdo con la decisión, al considerar que no era lo más adecuado darle este cargo a un político en año de elecciones. Debido a las presiones de este último sector, la candidatura de Cámara se retiró y, finalmente, en la sesión ordinaria celebrada hace unos meses por el Cabildo se eligió como Nazareno del Año a Juan Sotomayor Baños.

Es por todo esto, que esta elección ha dividido a este organismo y, además, las fuentes indican que Cámara estaría «algo enfadado» con el presidente de la archicofradía de la Sangre, al haberse opuesto a su elección. Sin embargo, fuentes cercanas a Cámara aseguran a LA OPINIÓN que al alcalde «nunca se le hizo ningún ofrecimiento por parte del Cabildo y que si hubiera sido así, él no hubiera aceptado, al tratarse de un año en el que se celebran elecciones». «El alcalde es nazareno y sabe cuál es su papel», añaden dichas fuentes.