El porqué de Ricote

En busca de una respuesta a través de la documentación árabe, la arqueología y la toponimia

l motivo del topónimo “Ricote”: la muela rocosa de la Pila de la Reina Mora (Ojós-Ulea)

l motivo del topónimo “Ricote”: la muela rocosa de la Pila de la Reina Mora (Ojós-Ulea)

Jesús Joaquín López Moreno / Asociación Cultural "La Carraila"

A Alfonso Carmona González (1943-2023)

Hace un par de años, Alberto Guillamón Salcedo nos propuso escribir sobre el porqué de Ricote para dar a conocer el motivo del origen de este pueblo. Este breve escrito es una modesta contribución a través de las últimas novedades que han surgido al conjugar la documentación árabe, la arqueología y la toponimia, combinación que nos ha permitido interpretar la evolución del paisaje histórico de la zona meridional del Valle de Ricote durante los dos últimos milenios y que nos ayudará, con rigor científico, a responder a la propuesta lanzada por el alma de este especial de fiestas.

La evolución de la distancia entre Ricote y Murcia en la Edad Media

Ricote (Rikut) aparece en la tercera parte de la Muqtabis de Ibn Hayyan (988-1076). Se trataba de un poblamiento altomedieval fortificado junto al Thader, cuyos habitantes lograron vencer al ejercito omeya en una batalla acontecida el 3 de agosto del año 896. La falta de conclusiones arqueológicas para asociar el primitivo Ricote con el conjunto arqueológico de la Pila de la Reina Mora-Salto de la Novia (Ulea-Ojós), tal como propuso el ricoteño Dimas Ortega López, se ve subsanada con la documentación árabe que manifiesta una evolución de la distancia entre Ricote y Murcia en la Edad Media.

Al-Razi (887-955), quien escribió Ajbar Muluk al-Andalus escasas décadas después del citado ataque emiral, también ubica Ricote (Riqut) junto al río, a una distancia de 18 millas de Murcia. Si se recorre el histórico camino fluvial, los 33,4 kilómetros equivalen inequívocamente con la distancia entre el centro histórico de esta ciudad y el aludido conjunto arqueológico. Dos siglos después, al-Idrisi (muerto hacia 1165) apunta que Ricote distaba 20 millas de la capital al describir el Camino de Murcia a Segura en Uns al-Muhag. La nueva distancia de 37,1 kilómetros se corresponde exactamente con el Estrecho del Solvente, en cuya margen derecha se localizan las ruinas del Castillo de Ricote, fortaleza que sí posee cultura material de los siglos centrales de la Edad Media y no altomedievales.

La comparación de las fuentes de al-Razi y al-Idrisi constituye una prueba de primer orden, junto con el texto de Ibn Hayyan, para localizar el asentamiento altomedieval de Ricote en el conjunto arqueológico de la Pila de la Reina Mora-Salto de la Novia, en la margen izquierda del Río Segura, y para conocer que hubo un traslado administrativo y toponímico al emplazamiento actual entre la primera mitad del siglo X y mediados del siglo XII.

Camino histórico de Murcia a Segura descrito por al-Idrisi a mediados del siglo XII (tramo Villanueva del Río Segura-Cieza). Trazado sobre ortofotografía de 2012 (Google Earth)

Camino histórico de Murcia a Segura descrito por al-Idrisi a mediados del siglo XII (tramo Villanueva del Río Segura-Cieza). Trazado sobre ortofotografía de 2012 (Google Earth) / L.O.

Sobre el topónimo ‘Ricote’, el compañero Dimas Ortega López propone que se trata de un vocablo prerromano que aludiría la voz ‘roca’. En el mismo sentido, el recientemente desaparecido Alfonso Carmona González, a quien se debe la traducción al castellano de la documentación árabe conocida sobre la comarca, sugirió asociarlo con un étimo pre-árabe relacionado con el término “roquedo”. De tener este origen, el nombre de lugar estaría en concordancia con la muela rocosa donde se da el yacimiento arqueológico de la Pila de la Reina Mora, lugar fortificado que fue habitado desde las sociedades metalúrgicas prehistóricas y la Antigüedad. Constituye el poblamiento más inexpugnable de todo el Valle de Ricote con dominio de un gran soto fluvial, que debió suponer su espacio productivo, donde se daría el arcaico sistema de aprovechar las inundaciones del río para la posterior siembra del cereal.

El poblamiento en torno a la Huerta de Ricote a partir de finales del siglo X

El traslado del nombre y de la sede administrativa de Ricote desde el río a su emplazamiento actual está corroborado por arqueología y toponimia. A partir de finales del siglo X, la progresiva implantación del estado y la sociedad andalusí dará origen a nuevos espacios agrarios, principalmente basados en la creación de huertas, que serán producidas por los residentes de los nuevos poblamientos de carácter oriental. Ricote es un ejemplo más, creándose un espacio irrigado dependiente de manantiales, sobre todo de la Fuente Grande. En la Pila de la Reina Mora surgirá el hisn al-Sujur para articular el poblamiento y las huertas ligadas a la creación de acequias fluviales.

La prueba irrefutable del origen de la Huerta de Ricote a partir de finales del siglo X se debe al arqueólogo Arnald Puy Maeso. A partir de catorce dataciones por radiocarbono obtenidas de suelos enterrados, ha fechado la construcción de este espacio agrícola entre los años 989 y 1210 d.C. Esta datación está en concordancia con la cronología de la cultura material de los yacimientos arqueológicos distribuidos a su alrededor, como lo son Cabezo del Algezar, Castillo de Ricote (hisn Riqut), La Ermita, Cabezo del Rife y El Borge, donde se estableció la población encargada de mantener este particular jardín de al-Ándalus.

Por su parte, la toponimia refleja muchos nombres de lugar de origen árabe en la Huerta de Ricote, que evidencian que este espacio irrigado fue confeccionado en los siglos centrales de la Edad Media, cuando el árabe ya se había convertido en la lengua vehicular del sureste peninsular. Robert Pocklington propuso que ‘La Romana’ procedería del árabe rummana (granado) y que ‘La Muña’ tendría su origen en el árabe munya (huerto). Otro ejemplo es el desaparecido topónimo ‘El Riad’, que provendría del árabe riyad (jardín, vergel).

Como se constata en otras zonas del valle, la toponimia también revelaría que Ricote recibió un aporte de población beréber (amazigh). El desaparecido nombre ‘La Tahalí’ procedería del beréber tahala (fuente). Y es que el topónimo se daba a pies de la Fuente Buena, el manantial que tradicionalmente han utilizado los ricoteños para el consumo humano. También es plausible la propuesta del compañero Enrique Miguel Pérez Gil para el nombre ‘Parabailla”’ Podría provenir de barr al-‘arabiya (tierra de los árabes), que evidenciaría que la mayor parte del poblamiento ricotí era beréber. El desaparecido topónimo ‘El Árabe’ (al-ʻArabi), también dado en el espacio agrícola, iría en este mismo sentido.

La extensión tradicional de la Huerta de Ricote, calculada en 932,6 tahúllas (104,265 ha) a mediados del siglo XVIII, fue superior al de los espacios irrigados fluviales del valle. Era una huerta en alto que no estaba expuesta a las frecuentes crecidas del río, lo que contribuyó a que Ricote se mantuviera como cabeza administrativa de la comarca en la Edad Media, como lo fue de la encomienda santiaguista del Valle de Ricote a partir del año 1285. La conquista castellana hizo desaparecer las poblaciones andalusíes de su espacio agrícola, favoreciéndose el asentamiento a pies del Cabezo del Algezar para dar origen al actual Ricote, pueblo que ha perdurado hasta la actualidad gracias a la producción de su huerta.