Trece asociaciones de Lorca se unen para proteger las fachadas del casco histórico de Lorca

Califican de “auténtico suicidio para la ciudad” el anuncio del alcalde, Fulgencio Gil, de revisar el PEPRICH para eliminar la protección en algunos inmuebles 

La protección del casco histórico de Lorca vuelve a generar polémica.

La protección del casco histórico de Lorca vuelve a generar polémica. / LA OPINIÓN

Las recientes declaraciones del Alcalde de Lorca, Fulgencio Gil Jódar, anunciando la revisión del Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral del Conjunto Histórico de Lorca (PEPRICH) antes de su aprobación, con la intención de eliminar la protección de algunas fachadas que, según el primer edil, dificultan la reconstrucción y rehabilitación de los edificios afectados, han disparado las alarmas en la Plataforma por la Calidad del Paisaje de Lorca.

Las trece asociaciones que forman parte de este colectivo se oponen a la intención de Gil de proteger “solo lo necesario”, es decir, los Bienes de Interés Cultural y las edificaciones protegidas con Grado 1”, lo que, según un comunicado hecho público por la plataforma,“pone en peligro un espacio declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1964”.

Desde la Plataforma por la Calidad del Paisaje de Lorca califican de “auténtico suicidio para la ciudad” los planes del alcalde, en tanto “supondrían perder lo poco del Conjunto Histórico que se conserva y un fuerte varapalo económico y laboral a corto y medio plazo”.

La Asociación ‘Lorca por su Patrimonio Cultural’, integrada en la plataforma, ha exigido que la nueva normativa, que acumula un retraso de nueve años en su aprobación, vaya encaminada “a conservar los valores por los que le fue otorgada la declaración y no a modificarla ‘a la carta’, según los intereses del mercado”. Esta asociación recuerda, además, que la Ley de Patrimonio Español considera “excepcional” que los planes de protección de los conjuntos históricos permitan remodelaciones urbanas, y que la conservación de estos espacios “debe comportar el mantenimiento de la estructura urbana y arquitectónica, así como de las características generales de su ambiente”. Es decir, las sustituciones de inmuebles, aunque sean parciales, “deben ser absolutamente excepcionales”.

Las trece organizaciones unidas en defensa de la historia y el patrimonio local han advertido que “la destrucción tanto del patrimonio arquitectónico como del patrimonio arqueológico que esconden sus cimientos, para construir edificios de nueva planta”, tendrá también “un enorme perjuicio económico” para una ciudad que, ya de por sí, “recibe poco turismo”. “Si se empeñan en destruir lo poco que queda, muchos negocios, y principalmente la hostelería, no habrá visitantes que consuman sus productos”, aseguran desde la plataforma. Al respecto, consideran que “un casco histórico salpicado de edificaciones claramente modernas dejaría de ser Conjunto Histórico y, por tanto, menos atractivo para los visitantes”.

La plataforma y ‘Lorca por su Patrimonio Cultural’ manifiestan su oposición a que, con esta nueva modificación del PEPRICH, “se destruyan los más de 5.500 años de historia y cultura que atesoran el suelo y los edificios de Lorca”. “La verdadera riqueza con capacidad de atraer el tan ansiado turismo está en los restos arqueológicos y en los interiores de la casonas históricas, no solo en sus fachadas y en su entorno”, pero “derribar estos inmuebles, o parte de ellos, también conlleva la destrucción de los paisajes urbanos protegidos por Ley como ya ocurrió en La Corredera”, han aseverado.

Por último, estos colectivos han anunciado que vecinos de Lorca les han trasladado su “enfado” por las declaraciones del primer edil porque, de llevarse a la práctica, “se acabaría con la identidad de los lorquinos, con sus recuerdos de infancia y con el alma de nuestro casco histórico”.