Al filo de la madrugada las campanas de la torre de San Francisco volteaban. Lo hacían para anunciar que la Hermandad de Labradores, Paso Azul, tenía nuevo presidente, Miguel Ángel Peña Lorente. El largo escrutinio de las tres urnas que habían recogido durante toda la jornada del viernes los votos de más de un millar de mayordomos azules llegaba a su fin y se proclamaba al nuevo presidente.
El saliente, José María Miñarro González, anunciaba el resultado de las votaciones que batían todos los récords en cuanto a participación, con un 93 por ciento de los mayordomos con derecho a voto. Miguel Ángel Peña Lorente lograba 607 votos, frente a los 369 de Miguel Comas Sáez, contabilizándose también 7 azules y 1 nulo.
Las mesas electorales se cerraban a las nueve y media de la noche, después de haber permanecido abiertas desde las once de la mañana. Entonces comenzaba el largo recuento que tocaba a su fin a las once y treinta y siete de la noche. En ese momento, el todavía presidente del Paso Azul anunciaba el resultado de las elecciones y con él la conquista del ‘Triunfo Azul’.
El recurrente nombre, -en alusión a uno de los grupos más emblemáticos e influyentes del Paso Azul, el Triunfo del Cristianismo, para el que el candidato ganador pretende su enriquecimiento como principales objetivos del proyecto- ha sido ‘santo y seña’ de la campaña electoral de Peña Lorente. Pero también el emblema del corazón de María, símbolo del Paso Azul, enmarcado por los laureles del estandarte del Reflejo y la cúpula de la carroza del Triunfo.
En ese instante, los dos candidatos, que seguían el escrutinio desde uno de los primeros bancos de la iglesia de San Francisco se daban un apretón de manos y un abrazo. Miguel Comas era el primero en felicitar a Miguel Ángel Peña mientras los cientos de azules que abarrotaban la iglesia de San Francisco se ponían en pie y aplaudían al nuevo presidente.
Miguel Ángel Peña recibía las felicitaciones de José María Miñarro, de la presidenta de la Asociación de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, Tana García Mínguez; y del secretario del Paso Azul, José Enrique Mateos Martín. Poco después se dirigía a los azules anunciando que en unos días dará a conocer a su junta directiva. Agradecía la confianza que le habían depositado y aseguraba que su proyecto era el de todos los azules.
Un proyecto que plantea “recuperar la altísima calidad en los diseños y la realización de los bordados que siempre ha caracterizado al Paso Azul”, con la creación de una Comisión Artística, en la que “no se escatimarán esfuerzos en contar con los mejores profesionales del ámbito nacional e internacional que puedan sumar sus conocimientos a los planteamientos en marcha de la comisión”, apuntaba desde su programa electoral.
Las bordadoras “volverán a trabajar a jornada completa” y será prioritario “la formación de nuevas bordadoras”. Entre los proyectos más destacados está “la realización de un nuevo palio para el trono de la Virgen de los Dolores” respetando “la iconografía, el formato y la impronta general del actual”. Este palio, destacaba, “ha de ser una nueva joya del bordado azul que avalore aún más el trono de nuestra titular”. Y se retirarán del trono “los paños laterales de San Juan y María Magdalena”, añadía.
El Paso Azul tendrá una nueva bandera que “recoja la tradición y esencia de las anteriores y que se adapte a las proporciones idóneas para lucir de la mejor manera. Como es tradicional se bordará en oro y sedas sobre raso azul con los emblemas y ornamentos clásicos de nuestro Paso”. Planteaba “para acercar la imagen del Cristo de la Coronación a los fieles, que sea expuesto durante todo el año a veneración pública en un altar o retablo propio”. Para el engrandecimiento del Cristo aportan la consecución del “carro del Pretorio que antecedan al trono”. Y un programa de actos para “conmemorar la llegada de este misterio al Paso Azul hace veinticinco años con un programa de actos dedicados a la imagen”.
Entre las novedades para el Cristo de la Buena Muerte está el enriquecimiento de su cortejo con el bordado de las quince dalmáticas que anteceden a la imagen y bordar las galas de los tambores y capas de la infantería. Igualmente, dentro de la organización de la Hermandad, se establecerá “un protocolo de vestimenta, peinado y adecuación de cada una de las figuras de nuestra procesión”. Y “levantar y poner en marcha el espacio de la antigua Bayer, un taller en la Casa del Paso, reestructuración de los usos de la Casa de las Cariátides y revisar el planteamiento museológico y museográfico del Museo Azul de la Semana Santa, Mass”, entre otros proyectos.
“Quiero despedir esta noche con unas palabras del presidente José María Castillo Navarro, ‘Por Ella, y para Ella y con Ella’”
Concluía con unas palabras de José María Castillo Navarro: “Por Ella, y para Ella y con ella”, que el que fuera presidente de Honor del Paso Azul solía rematar con: “…la gracia del corazón y del Paso Azul”. Y el genial Castillo Navarro, audaz y arrojado, sentenciaba también con palabras como éstas: “Y el milagro es eso: no desmayar, querernos todos, un poco locamente, un mucho hermosamente; azules presentes y distantes; azules unidos y disgregados; azules triunfantes y decepcionados; azules adocenados; azules con entendimiento, con luz, con quimeras, ensueños y majestades, todavía no descubiertas; y azules huérfanos de corazón y de afecto. Y con Ella, como esa Madre ‘que se nos muere de casta y sencilla’, hecha del color de la lágrima y para la lágrima, sin llanto, pero con congoja, que es la única dignidad de la tristeza, capaz del amor; del milagro de la pasión; del milagreo de la verdad”.
Miguel Ángel Peña Lorente ponía el punto y final a la larga noche, entrada la madrugada con un “¡Viva el Paso Azul!, ¡viva la Virgen de los Dolores!”. Así sea.