Las repercusiones por la marcha del doctor Luis Puebla Manzanos, director médico hasta este lunes del Hospital General Universitario Rafael Méndez, no se han hecho esperar. Izquierda Unida-Verdes pedía pocas horas después el “cese” del gerente del Área III de Salud, José Manuel Pérez, por su “negligente gestión” que está propiciando “la fuga de profesionales sanitarios a otros centros”, afirmaba la edil de la formación Gloria Martín.

La edil destacaba la necesidad de contar con un gerente “que no venga a Lorca a tapar las vergüenzas de los dirigentes de la Consejería de Salud”, sino a “reivindicar en Murcia las múltiples necesidades del Área III y de su único hospital de referencia”. Y se mostraba indignada por lo que consideraba un “insulto” a los ciudadanos, negar que la semana pasada hubiera pacientes esperando su ingreso en los pasillos durante días “y encima inventar la burda excusa de que el problema era que el personal del hospital estaba limpiando las habitaciones y que había camas de sobra”, señalaba indignada.

Recordaba que su formación política ya puso sobre la mesa hace un año la necesidad de implementar medidas para “retener” a los profesionales sanitarios, después de que, entre otros, los facultativos responsables de la Unidad de Mama solicitasen su traslado a otros hospitales. La “huida” de médicos, argumentaba, se está extendiendo también a otras categorías profesionales, como enfermeras y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería.

“Y es que, a pesar de residir en Lorca, muchos están solicitando su incorporación al Virgen de la Arrixaca de Murcia o al Santa Lucía de Cartagena, ambos a 70 kilómetros de distancia, porque las condiciones de trabajo que les imponen aquí son infinitamente peores, que en otras áreas sanitarias”, insistía, refiriéndose, sobre todo, “a la falta de medios humanos y a la imposición de trabajo ‘leoninos’”. Por último, pedía que el gerente “esté más pendiente de escuchar y motivar a los profesionales, de mejorar sus condiciones de trabajo y, sobre todo, de luchar ante quien sea por los recursos que necesita el Rafael Méndez para prestar una asistencia sanitaria digna. De esta forma, no se encontraría con listas de espera interminables, con dimisiones encima de su mesa ni con trabajadores absolutamente quemados”.