El pedestal de San Clemente en la Colegial de San Patricio está vacío desde hace largos meses. La escultura del Patrón fue trasladada al taller regional donde está siendo sometida, desde entonces, a un largo proceso de restauración. “No parecía en un principio que presentara tantos daños, pero cuando los técnicos la examinaron al detalle descubrieron un deterioro mayor, al que había que ponerle fin”, ha afirmado el presidente de la Federación San Clemente, Luis Torres del Alcázar.

               El proceso de restauración ha sido seguido por Torres del Alcázar, pero también por el Hermano Mayor de la Hermandad de San Clemente y la camarera del Santo. La espera se ha hecho más larga de lo inicialmente previsto, pero parece que este martes la talla estará de vuelta a su sede religiosa en la colegial de San Patricio. “Es lo que esperamos, que San Clemente esté en la ciudad durante la celebración de sus fiestas”, apuntaba la edil de Cultura, María Ángeles Mazuecos, al ser preguntada estos días por el regreso del Patrón.

               La escultura de San Clemente fue realizada por el granadino Eduardo Espinosa Cuadros en 1948. En la ciudad hay otras representaciones del Santo en la fachada de San Patricio, a la derecha del Ángel de la Fama, y otra en el Altar Mayor del templo, en un lienzo de Camacho Felizes que sirvió antiguamente como puerta del órgano menor que tenía la colegial.

               Pero también el proyecto primitivo pretendido por Ortiz de la Jara en 1737 para el Ayuntamiento contenía una escultura de San Clemente que coronaba la arcada central. En el transcurso de la obra se sustituyó por dos alegorías de la Justicia y la Caridad, virtudes que convenían más a la definición de la imagen del poder municipal en la Edad Moderna.

               San Clemente fue erigido como Patrón de la ciudad porque el día de su fiesta, 23 de noviembre, según la tradición, se ganó la plaza a los moros tras un durísimo combate, en el que participó el entonces infante don Alfonso, conocido más tarde con el sobrenombre de Alfonso X el Sabio. Sin embargo, el profesor Torres Fontes, basándose en el itinerario murciano del infante Alfonso no cree posible que se diera el asalto a la ciudad en la fecha que fija la tradición, y ni siquiera que el tal asalto tuviera lugar.

               Todo indica que Lorca se ocupó por capitulaciones antes de noviembre, y es posible que la entrega oficial de la ciudad se dejara para San Clemente por la especial devoción del infante a este Santo, en cuyo día se celebraba el aniversario de su nacimiento.