El fiscal ha pedido nueve años de prisión y multa de 3.650 euros para el antiguo director de una oficina bancaria de Águilas convocado mañana por la Audiencia Provincial de Murcia para una conformidad con su defensa, para lo que tendría que reconocer que se quedó 7,5 millones de 59 clientes. Según el escrito de conclusiones de la Fiscalía, entre 2005 y 2011 fueron descubiertos en una auditoría llevada en la sucursal de la que era responsable y en la que ofreció a los clientes contratos para «apropiarse de todo o parte del dinero que recibía de ellos, quienes ante la aparente situación de legalidad los aceptaban y le entregaban el dinero que pactaban».

Añade que, para reforzar la apariencia de legalidad, utilizaba documentos y sellos de la oficina, por lo que los clientes no sospechaban de irregularidades. Además, los intereses eran superiores a los de los otros depósitos a plazo, «lo que los hacía muy atractivos», pero estaban manipulados.