Desde el pasado sábado, día del crimen, la Guardia Civil de la Región estaba tras la pista del individuo que logró escapar tras matar a cuchilladas a un joven en una calle de San Pedro del Pinatar. La Policía Judicial de San Javier ha sido, finalmente, la que localizaba en el día de ayer al sujeto y procedía a su arresto, informan fuentes cercanas a la investigación.

El sospechoso, un varón español, estaba escondido en el domicilio de un allegado, en una localidad de Cartagena, concretamente en Pozo Estrecho, una pequeña población de apenas 5.000 habitantes.

Agentes de la Benemérita entraron ayer, a primera hora de la tarde, en esta vivienda, donde hallaron tanto al presunto asesino como a su compañera sentimental, la cual, tras el crimen, se había esfumado, por lo que todos los indicios hacían pensar que se encontraba con este hombre, como finalmente así ha sido.

Los investigadores procedieron al arresto del sospechoso, que durmió anoche en los calabozos y ahora ha de pasar a disposición judicial, previsiblemente en los juzgados de San Javier.

El crimen tuvo lugar el pasado sábado, en plena vía pública, en concreto en la calle Sierra de Carrascoy de San Pedro del Pinatar, donde dos personas iniciaron una discusión que fue subiendo de tono, hasta que uno de ellos sacó un arma blanca, con la cual atacó al otro. La víctima, un joven de 20 años, recibía varias cuchilladas por parte de otro hombre, que, tras la agresión, escapó.

Al lugar se desplazaron sanitarios en una ambulancia. Atendieron a la víctima in situ, aunque nada pudieron hacer por salvar su vida. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde la autopsia confirmó el cariz violento de la muerte.

Aunque el atacante había salido corriendo, estaba identificado, lo cual facilitó al Instituto Armado las pesquisas para dar con su paradero.

En cuanto a las razones que estarían detrás de la riña que acabó en muerte, la principal hipótesis que barajan los investigadores es que se trataría de un asunto relacionado con el narcotráfico. Ambos hombres, supuestamente, habrían discutido por una venta de droga que no salió bien.

La Benemérita, asimismo, investiga al morador de la casa de Pozo Estrecho donde llevaba seis días el sujeto, por si pudiese ser responsable de un delito de encubrimiento. Así sería si supiese que este hombre era conocedor de que la persona a la que estaba acogiendo en su casa se hallaba en busca y captura por un crimen.