Hoy es el Día Grande de nuestras fiestas patronales, el día 10, el de nuestras mejores galas, nuestra mejor sonrisa, en el que celebramos la festividad de Nuestra Señora de las Maravillas, nuestra Madre, Patrona y Alcaldesa Perpetua. Así, desde tanto tiempo atrás, lo venimos haciendo, generación tras generación.

Ha pasado mucho tiempo desde que la primera Función dedicada a la Patrona se celebró el día 10 de septiembre del año 1730, después de que el Concejo declarase a Nuestra Señora como Protectora y Abogada de la villa de Cehegín. Tantos años y aquí estamos, y este pueblo sigue siendo el mismo, y en verdad también nosotros somos los mismos que vivieron aquella primera Función, y hoy, nada menos que 290 años después, quién lo diría, en los que celebramos ese patronazgo, lo pasaremos sin fiestas debido a las circunstancias que nos afligen, pero, también, con la emoción y alegría de saber que la Virgen de las Maravillas nos acoge y nos protege. Y aquí estamos, esperando año tras año el advenimiento de este día, de esa Nueva de esperanza que nos trae Nuestra Señora.

Llegó aquella primera función en ese año feliz de 1730, y entonces solo había pasado un lustro desde la venida a Cehegín de la Alegría, en 1725, de la mano de fray Francisco Moreno y don Pedro Antonio Pereti. Con la excepción de unas muy poquitas ocasiones por culpa del drama de las guerras, también de alguna terrible epidemia, como nos sucede hoy por desgracia, siempre se ha disfrutado de las fiestas, las religiosas con devoción y las populares con alegría, en el siglo XVIII, el XIX, el XX y el XXI. Este año solo gozamos de las celebraciones religiosas, las más importantes. En ese sentido las fiestas siguen estando muy presentes, como lo estará Nuestra Señora siempre en el corazón de cada ceheginero y ceheginera. Felicidades a todos.

¡Viva la Virgen de las Maravillas!