El Lignum Crucis que se venera y custodia en Caravaca, volverá a cumplir con uno de sus ritos más ancestrales la bendición de la naturaleza, que tendrá lugar desde la Capilla de los Conjuros de la Real Basílica-Santuario de la Vera Cruz, el martes 16 de marzo, a partir de las siete de la tarde.

El cronista oficial de la Región de Murcia, José Antonio Melgares, recuerda sobre la ceremonia que «no tiene nada que ver con la magia ni con los sortilegios», se trata de una ceremonia que se celebra en la ciudad desde tiempo inmemorial, «existes referencias de que ya se realizaba esta bendición desde el siglo XVI», especifica.

Consiste en una oración, que el sacerdote recita en latín, mientras bendice los cuatro puntos cardinales de la ciudad, del campo y de las tierras que lo circundan. Una oración que en latín comienza diciendo «Ecce Lignum crucis fugite partes abversae», es decir «he aquí el leño de la cruz, huir tempestades malignas». Mientras se repite la oración, el sacerdote desde el conjuratorio, un deambulatorio que hay entorno a la bóveda de la Basílica, bendice el horizonte por los puntos cardinales.

Antiguamente se celebraba esta ceremonia cada tarde a las seis, desde el 1 de abril hasta el 30 de abril; y desde el 1 de abril hasta el 1 de octubre cada mañana también a las seis. «estamos hablando de épocas de maduración y de recolección de las cosechas, una época en la que, en las tierras como la nuestra que son de economía evidentemente agropecuaria, una tormenta en esas fechas es fatal para la economía de las tierras», incide Melgares Guerrero.

Ya se hacía en tiempos de Felipe II

En la batalla invencible contra Inglaterra en tiempos de Felipe II ya se pidió a Caravaca que se realizará este conjuro. «No es por tanto ni la primera, y esperamos que sea la última que por estos motivos se tenga que hacer», aclara el Cronista Oficial quien pidió a todas las personas que se unan desde sus casas con un credo, «sabiendo que en lo más alto de la Región de Murcia, en Caravaca, se está realizando en ese momento la bendición con la Vera Cruz a las tierras y a las gentes de buena voluntad allí donde se encuentren».

A las siete del martes todas las campanas de la ciudad llamarán a oración y se pide que la gente devota de la Vera Cruz, desde sus casas, rece un credo. Además, el rector de la Basílica, Emilio Andrés ha pedido a todos sus hermanos sacerdotes de la diócesis que se unen a esta iniciativa.