Atemorizados. Así aseguran sentirse los vecinos de Zarzadilla de Totana, en el municipio de Lorca, después de ver cómo los ladrones asaltaban durante dos noches seguidas sus propiedades. Afortunadamente, no ha habido daños personales en ninguno de los robos, aunque sí destrozos y pérdidas que los afectados cifran en miles de euros. Están asustados y temen que esta oleada de visitas de los amigos de lo ajeno prosiga, indican los propios afectados a este diario.

En Zarzadilla de Totana, población ubicada en las Pedanías Altas, apenas residen 500 personas, muchas de las cuales viven del campo. De ahí que cuenten con naves en las que acumular herramientas y maquinaria agrícola, que necesitan para desempeñar sus trabajos.

Los afectados creen que los cacos que los han desvalijado estas noches son verdaderos profesionales y que les vigilaban de antemano: cámaras de seguridad instaladas en una de las propiedades grabaron cómo se desplazan en una furgoneta de grandes dimensiones, en la cual cargan los bienes que roban y cuya matrícula va tapada con una especie de trapo.

«Se llevan grupos electrógenos, máquinas de soldar, taladros, máquinas de lavar a presión y motosierras», relatan los afectados, que tienen claro que se encuentran ante «una banda muy organizada» que temen esté integrada por personas violentas.

Captados por las cámaras

Nadie los ha visto, así que no hay testigos, aunque sí están las grabaciones de las cámaras de seguridad, que servirán a los investigadores para tratar de dar con estos delincuentes.

En una ocasión, comenta una vecina, entraron en una vivienda anexa a una de las naves y «se llevaron la tele y dejaron todo registrado», presumiblemente en busca de dinero o joyas.

Así las cosas, el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Lorca, José Luis Ruiz, explicó ayer a este periódico que ha convocado a los vecinos a una reunión el próximo lunes por la mañana, en la cual estará presente el jefe de la Policía Local y miembros de la Guardia Civil. Ruiz adelantó que «reforzaremos la seguridad» en la zona, algo que «ya se hizo en noviembre» y «se volverá a hacer» ahora.

El edil también apuntó que los robos se están produciendo «en zonas que no están en núcleos urbanos» y que en ocasiones son «de difícil acceso» y apenas están iluminadas, lo que da ventaja a los amigos de lo ajeno.