"Desde este punto marchaste al Cielo para convertirte en el ángel más bonito", se lee en la placa en memoria de Rocío, la menor que murió arrollada por un tren en Alguazas hace tres años. Ahora, en el lugar donde la adolescente perdió la vida su familia ha instalado un monolito, con el citado texto. Palomas y mariposas, sobre un fondo azul cielo, ilustran este gesto en memoria de la joven.

Su padre, Joaquín Sarabia, tiene presente a su hija (que este año habría cumplido 18 años) hasta el punto de llevar siempre una pulsera con el lema No camines, baila, el de la academia de danza a la que asistía Rocío. Ahora, el hombre mantiene una lucha en los tribunales, después de que un juez determinase que la culpa del accidente mortal había sido de la propia Rocío, por cruzar por donde no debía, y no de Adif por no arreglar la valla.

"Queríamos hacerle algo especial, ella siempre decía que estaba deseando tener 18 años. Teníamos mucha ilusión por ponerle una placa con una frase bonita", comentaba Sarabia, el día que se puso el monolito, junto al que había muchos ramos de flores.

El hombre quiere luchar por "la inocencia de mi hija". "Todavía no tenemos claro cómo vamos a dar los pasos, pero necesito la ayuda de todo el mundo para esto", subrayaba, tras lo cual los presentes le dedicaron un aplauso.

Rocío perdió la vida al ser atropellada por un convoy. Cuando accedió a las vías, por una valla que estaba rota, con el fin de cruzar al otro lado, iba con los cascos puestos y no se percató de que venía el tren. Ahora, la sentencia, contra la que cabe recurso, apunta que "la víctima, aunque menor de edad, tenía capacidad para discernir la peligrosidad que conllevaba intentar cruzar las vías por ese paso y no por el habilitado específicamente para ello".