El edificio de la vieja comisaría de la Policía Nacional en Lorca, cerrado desde 2016, será derribado a principios del año que viene y en el solar resultante la empresa Aguas de Lorca construirá un edificio de cinco plantas y sótano que convertirá en su sede, pero que también acogerá las dependencias de la Universidad Popular y una ludoteca.

El alcalde, Fulgencio Gil, presentó ayer el proyecto «que no va a costar ni un euro al Ayuntamiento», porque será la empresa Aguas de Lorca -participada en un 51% por el Consistorio y en el 49 por Hidrogea- la que asuma los 4.5 millones de euros de inversión prevista.

Gil defendió que el proyecto permitirá renovar el entorno de la plaza de San Vicente, en pleno centro de la ciudad, con el derribo, previsiblemente en febrero, de la vieja comisaría, un edificio de 1.940 metros cuadrados construido en los años 50 del siglo XX. El inmueble resultó afectado por los terremotos y fue clausurado hace dos años tras la construcción de la nueva comisaría, momento en el que el ayuntamiento lo compró al Ministerio del Interior por 48.000 euros.

Una vez demolido, en el primer trimestre de 2019 comenzará la construcción del nuevo inmueble, que tendrá 3.254 metros cuadrados y que incluirá garaje subterráneo en la planta sótano conectado con el actual parking público de San Vicente. La planta baja albergará una ludoteca y la zona de atención al público de Aguas de Lorca, que tendrá sus oficinas en las plantas primera y segunda y que se ahorrará con el cambio de sede unos 80.000 euros en concepto de alquileres.

En la tercera y cuarta planta se instalará la Universidad Popular, que desde hace años reclama más superficie para impartir sus cursos y talleres, y en su sede actual en la plaza de La Amargura se abrirá «un espacio joven» que incluirá una sala de estudio que funcionará las 24 horas y también la sede del Consejo de la Juventud. Gil señaló que el ático, situado en la quinta planta del nuevo edificio, será un espacio multifuncional que podrá ser utilizado para eventos culturales o sociales.

El alcalde resaltó además que el proyecto permitirá una adecuación de los accesos al parking subterráneo de San Vicente, que permitirá ganar unos metros a la plaza pública y abrir una salida por la calle Corredera en dirección Santo Domingo.

Una vez iniciadas las obras tendrán un plazo de ejecución de entre 18 y 24 meses, aseguró Gil, que avanzó que se trata de «una operación magnífica» para el Consistorio, que será aprobada antes de fin de año por el consejo de administración de Aguas de Lorca, sociedad que invertirá 3,5 millones en la construcción del inmueble y un millón más en el equipamiento.

«La titularidad del edificio será del Ayuntamiento dentro de 30 años una vez terminada la concesión de explotación del servicio de aguas por parte de Aguas de Lorca y se disuelva la empresa», recalcó Gil.