La previsión de fuertes lluvias daba tregua durante la tarde de ayer para que centenares de personas acompañaran a la imagen del Niño Jesús de Mula en su tradicional romería de bajada. El agua caída durante la mañana, más de 12 litros por metro cuadrado, hacían a la Cofradía del Niño del Balate a organizar un traslado alternativo de la imagen hasta el Convento de La Encarnación en Mula. Poco antes de las seis de la tarde, tras la celebración de una eucaristía, las campanas de la ermita del Balate repicaban incesantes anunciando la salida del Divino Niño.

El goteo de romeros que llegaban hasta la placeta donde se encuentra el santuario era continuo mientras se seguía mirando al cielo ante la cercanía de nubes cerradas.

La alhábega y los racimos de uva decoraban la urna en la que el Niño emprendía su marcha desde su ermita en la pedanía de El Niño hasta la localidad en un recorrido de poco más de tres kilómetros donde las tracas y vítores a la imagen eran continuados a lo largo de todo el trayecto.

Poco minutos después de iniciar la romería, volvía a llover con intensidad en Mula y la imagen tuvo que ser cubierta por un plástico, aunque al poco volvía escampar, dando tregua en un primer momento a los romeros. Antes de llegar a la localidad, una nueva tromba de agua volvió a caer en la zona, por lo que se decidió como medida de carácter urgente que la imagen se resguardase en un almacén de piensos.

Con el objetivo de evitar la lluvia, finalmente se decidió que la imagen fuese trasladada en un vehículo hasta Mula, por lo que de esa forma quedó protegida del agua hasta su llegada al Convento de las hermanas clarisas, donde permanecerá hasta el próximo martes día 11, cuando tenga lugar el traslado de la imagen hasta la parroquia de Santo Domingo de Guzmán a partir de las 20.00 horas.