La asamblea de padres y madres del Sagrado Corazón de Librilla acordó por mayoría, después de cuatro jornadas de huelga consecutivas con un seguimiento superior al 95 %, suspender la huelga indefinida convocada para exigir que los técnicos garanticen que el centro reúne las condiciones de seguridad necesarias para que sus hijos reciban clases tras las obras de reforma acometidas este verano.

Los padres señalan, sin embargo, que la huelga ha sido suspendida «con condicionantes, ya que lo que realmente nos ha impulsado a tomar esa decisión es la necesidad de que nuestros hijos e hijas acudan al colegio, más que por las garantías que nos han ofrecido nuestras administraciones». Por ello, persistirán en sus reclamaciones y el próximo jueves llevarán sus peticiones a la Asamblea Regional.