Los inquilinos de uno de los populares bloques Rocasa de Beniel se llevaron ayer un buen susto al observar en su escalera y en la puerta de entrada del edificio una gran humareda procedente de unos carritos que estaban ardiendo por razones que aún se desconocen.

El humo se extendió rápidamente por la escalera del bloque 3 e hizo cundir el pánico entre algunos vecinos, como una inquilina de uno de los pisos de la primera planta, que, sin pensárselo dos veces, se lanzó a la calle desde una ventana para caer sobre el techo de una furgoneta que otros vecinos habían colocado allí para aliviar la caída, según varios testimonios.

Al lugar acudieron efectivos de la Policía Local y la Guardia Civil que ayudaron a los vecinos a apagar el fuego e incluso forzaron la puerta de una vivienda del tercer piso en el que los residentes aseguraban que suele quedarse solo un niño mientras sus padres trabajan, pero en esta ocasión, no había nadie. El fuego fue controlado rápidamente y sólo causó daños materiales.