­Cerca de 5.000 personas participaron anoche en la procesión de las palmas, que recorrió las principales calles de la ciudad de Lorca con la presencia del Pueblo Hebreo al final de la misma.

El desfile estuvo presidido por la Hermandad de la Curia, Paso Negro, y a él acudieron representaciones del resto de cofradías siendo la más numerosa la del Paso Blanco.

Lo más destacado de la procesión de ayer fue la masiva aportación popular de los cofrades en el grupo de la Entrada de Jesús en Jerusalén, conocido como el Pueblo Hebreo, que fue el primer grupo bíblico que se incorporó a la semana santa lorquina en el año 1.855, dando origen después a los desfiles bíblico pasionales. En la citada fecha comenzó a desfilar este grupo con solo 30 personas y ahora lo integran más de 4.000.

Los participantes entonaron el Dios de Israel, composición musical especialmente escrita para dicho grupo por Enrique Pérez de Tudela y con letra de Julio Mellado.

La procesión se inició en las inmediaciones de la plaza de España y recorrió las calles Álamo, Lope Gisbert, Príncipe Alfonso, Santa Paula, Juan Carlos I y Floridablanca para finalizar en la plaza de España.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la formación del Pueblo Hebreo y la salida y la entrada de la imagen de San Juan Evangelista desde la capilla del Rosario así como la imagen y manto de la Virgen de la Soledad desde la colegiata de San Patricio.

El Paso Azul puso en escena el grupo del Faraón formado por los personajes de origen egipcio integrados en el cortejo bíblico. Tras el

estandarte guión, la procesión azul se inició con los exploradores a la tierra de promisión, cuyos orígenes se remontan al año 1.856. Le sucedió en el desfile Antioco IV Epífanes y, una vez más, cabalgaron ´a pelo´ los etiopes, el grupo más espectacular de cuantos desfilan a caballo en la Semana Santa de Lorca. Igualmente desfiló victorioso Tolomeo I Filopator, que representa el dominio del Egipto Ptolomeico. Asimismo lo hizo el grupo de infantería egipcia, seguido de una corte de doncellas y guardias ataviados con trajes de época y plumeros multicolores, así como los reyes David y Jacobo acompañados de sus séquitos. La procesión del Domingo de Ramos la cerró la Virgen de la Soledad, titular del paso Negro escoltada por mayordomos.