La alcaldesa pedánea del barrio de San Lázaro de Lorca, Isabel Navarro, señaló a este periódico que los desperfectos en las viviendas comenzaron a producirse hace más de dos años y advirtió de que "los vecinos no pueden esperar más para que vengan a arreglar sus viviendas". De hecho, Navarro asegura que algunos ciudadanos se han visto obligados a pagar ellos de su bolsillo la reparación de sus casas porque los desperfectos eran tan grandes que se había convertido en algo peligroso residir en sus hogares". Una familia tuvo que ser desalojada y reside desde entonces en una vivienda, cuyo alquiler es abonado por los Servicios Sociales del ayuntamiento de Lorca.

Tras producirse voladuras en los túneles, como parte del trabajo que se tuvo que llevar a cabo para reforzar la seguridad en éstos, los vecinos dieron la voz de alarma al detectar que sus casas habían sufrido desperfectos (como grietas y roturas) como consecuencia de las detonaciones.