Ser miembros del jurado del Car Of The Year tiene algunas ventajas, como la de ser de los primeros en probar en exclusiva el nuevo Renault Mégane e-Tech, el compacto 100% eléctrico que la marca del rombo pondrá este año en las calles para iniciar la ‘Renaulution’ impulsada tras la llegada de Luca de Meo a la dirección de la compañía. La tecnología eléctrica está basada en la utilizada en el Zoe, aunque mejorada. Es un eléctrico con tracción delantera que en la unidad probada equipa un motor de 160 kW (220 CV), cuyo peso apenas supera los 145 kilos. La batería es de 60 kWh con una autonomía anunciada superior a los 450 km. Habrá otra batería de 40 kWh asociada a un motor de 130 CV. Pronto lo veremos en las instalaciones de Herrero y López Grupo Marcos, concesionario oficial de la marca francesa en Murcia.

Punto de PARTIDA

El nuevo Mégane e-Tech estrena el logo de la marca y ataca de lleno al segmento C del mercado con unas dimensiones de 4,21 metros de largo, 1,76 de ancho y una altura de 1,50 metros. El diseño es atrevido, deportivo y con una buena aceptación general. Me ha gustado particularmente la parte delantera, con un morro muy vertical. La firma lumínica es atractiva y las luces diurnas dibujan una silueta muy sensual. Las puertas de atrás se abren desde el marco y permiten un acceso cómodo tanto para piernas como para la cabeza. El maletero me ha parecido bastante amplio, con 440 litros de capacidad y una forma bastante cúbica, por lo que la carga es sencilla y cómoda.

Punto de PARTIDA

Una prueba completa

Durante la prueba pudimos completar un recorrido que incluía ciudad, autopista, carretera comarcal y hasta alguna zona mucho más restringida. En total 117 kilómetros en los que pudimos comprobar fielmente buena parte de las prestaciones dinámicas del modelo.

Punto de PARTIDA

La primera conclusión a la que llegamos es que se trata de un modelo muy cómodo en cuanto a sensaciones de conducción, aunque con algún problema de juventud que seguramente solventará antes de su llegada a los concesionarios (probamos unidades preserie), como el hecho de que el cambio de modo de conducción de Sport a Eco (tiene tres modos, Eco, Comfort y Sport) sea demasiado brusco y el coche queda muy frenado, especialmente en autopista donde se exige algo más de ‘punch’.

La atmósfera interior es muy funcional, con todos los elementos esenciales al alcance del conductor y está muy bien aislado, con ausencia de ruidos y vibraciones. Los asientos son muy cómodos en las plazas delanteras, mientras que en las traseras (para la gente alta) pueden no serlo tanto ya que, como sucede en muchos coches con plataforma eléctrica, las rodillas quedan demasiado altas respecto al asiento.

Recuperación de energía

Nos ha sorprendido, en positivo, el sistema de recuperación de energía. Dispone de cuatro niveles de retención que se manejan a través de las levas situadas tras el volante. Su sistema, unido a los de ayuda a la conducción permite funcionar casi en modo autónomo gracias al control de crucero adaptativo y al sistema de reconocimiento de señales que regula la velocidad. Funcionando con alguno de los modos de retención en carreteras con curvas ha demostrado un muy buen dinamismo. Afina mucho el paso por curva. Según los ingenieros de Renault, el hecho de disponer de tracción delantera le otorga cierta ventaja respecto a la competencia.

El manejo de los sistemas de infoentretenimiento no es complicado. Dispone de una gran pantalla en la consola central de 12 pulgadas con sistema OpenR Link conectado a Google Automotive Services y otra pantalla de 12.3 pulgadas en el cuadro de instrumentos. Ya puestos, echamos de menos un head-up display, aunque eso reduciría la eficiencia (y hasta tal vez la existencia) de la pantalla de instrumentación.

Todo un compacto lleno de tecnología que, en pocos meses, ya podremos probar en Herrero y López Grupo Marcos, concesionario Renault en Murcia.