Peugeot actualizó hace un par de veranos su 2008, un compacto que llegó al mercado hace cinco años. La puesta al día supuso detalles más modernos dentro y fuera del habitáculo, más molduras de estilo campero en algunas versiones y nuevas opciones cromáticas a elegir. Al margen de eso, la gama de mecánicas se conservó, con los motores de gasolina PureTech de 82, 110 y 130 CV y los diésel BlueHDi con 100 y 120 CV. En todos los casos se ofrece con un cambio de marchas manual de cinco o seis relaciones y tiene disponible para la versión de gasolina de 110 CV el cambio automático EAT6 de seis relaciones. Precisamente es el modelo que hemos podido disfrutar.

El Peugeot 2008 tiene una longitud de 4,16 centímetros, muy acertada para quienes no deseen un vehículo muy aparatoso pero que, por otro lado, ofrezca buen espacio para viajar. Las buenas plazas traseras, que pueden acoger con comodidad a los ocupantes (mejor si son dos, en caso de ser adultos), se completan con un maletero de 338 litros cómodo de cargar por su bajo plano inferior y sus formas interiores regulares. Una ventaja es que permite abatir los asientos traseros quedando una superficie continua con el maletero y de un volumen total de casi 1.200 litros. En la zona delantera nos sigue gustando la idea que tuvo la marca de poner la instrumentación por encima del volante, a fin de que el conductor desvíe lo mínimo la vista de la carretera. Esta solución denominada ´i-Cockpit´ deja a su vez un radio más reducido en el volante, algo a lo que es muy fácil acostumbrarnos y que echamos en falta al cambiar de vehículo. Se completa el salpicadero con una pantalla que puede ser de siete pulgadas para el sistema más completo, que aglutina varios parámetros del coche y por supuesto el sistema multimedia compatible con ´smartphones´ Android y Apple. Nos ha gustado también por la cantidad de huecos que tiene para dejar objetos, bien capaces y que se reparten por el interior (puertas, consola central, y guantera).

En marcha, la sensación al volante es muy parecida a la que nos da el modelo 208, un vehículo más bajo. Eso demuestra las buenas reacciones de nuestro 2008, que, aunque levanta un poco más los bajos del suelo que un utilitario convencional, nos parece aplomado y seguro en todo momento. El tricilíndrico de 1,2 litros y 110 CV emite muy pocas vibraciones para tener esta configuración interna y se muestra ágil subiendo de vueltas. Destaca asimismo la excelente caja de cambios EAT6, una opción muy recomendable por su rápido funcionamiento que además intenta conseguir buenos registros en consumo (homologa 5,5 litros por cada 100 km). El precio de adquisición es prácticamente el mismo que la versión de gasolina más potente (130 CV) y caja manual, pero recomendamos la opción probada por el buen hacer de la transmisión pese a contar con 20 CV menos. Además, si de vez en cuando nos da por la aventura, tenemos la opción del selector ´Grip Control´ que permite escoger el tipo de avance en escenarios menos habituales (nieve, barro, arena...). No es que dote de tracción total al 2008 (no la puede llevar, el par va al eje delantero), pero modifica la electrónica para mejorar el agarre en este tipo de suelos. Con este sistema se añaden neumáticos especiales (M+S) que mejoran la tracción fuera del asfalto.

De las versiones posibles nos hemos quedado con la vistosa GT Line, que viste al 2008 con unas molduras protectoras que hacen un conjunto más atractivo, entre más elementos, como los retrovisores en negro, las llantas de 17 pulgadas, el alerón trasero, el alumbrado con función luces de esquinas, el climatizador doble, el asistente de arranque en pendientes...

El precio del Peugeot 2008 1.2 PureTech de 110 CV EAT6 parte desde los 19.990 euros; con el acabado que hemos disfrutado GT Line cuesta desde 21.550 euros.