Si cualquier ´M´ de de BMW es superlativo, piensen en el coupé descapotable más espectacular de la marca, el Serie 6, que ya por sí solo va acaparando miradas a su paso. Ahora le añadimos la puesta a punto, el motor y el aura que caracteriza a los modelos especiales tocados por la varita mágica de esa división deportiva, para conseguir un resultado difícil de olvidar... Y es que el BMW M6 es uno de los coupés descapotables más exclusivos y prestacionales del mercado, todo un capricho al alcance de unos pocos afortunados que puedan desembolsar los 161.550 euros que, como mínimo, vale esta máquina.

Para empezar, la puesta en escena es sorprendente: 4,90 metros al más puro estilo BMW, diferenciado del resto de la gama Serie 6 por las grandes tomas de aire del frontal (no dejan espacio a los antinieblas), las llantas de 19 pulgadas o los dos pares de escapes en la trasera, uno de los rasgos típicos de las variantes ´M´. Dentro se mima a sus cuatro ocupantes con todo el lujo del fabricante, que aporta sus mejores materiales. Especial énfasis se pone en el puesto de mandos, con todo a la mano y con muchas regulaciones posibles para adaptarse a cualquier conductor.

Más dosificable de lo que pensábamos, el fulgurante motor de 4,4 litros con ocho cilindros en ´V´ y dos turbos, está a la altura de su envoltorio con nada menos que 560 CV, muy nobles gracias a la puesta a punto de un bastidor imperturbable, pero que no conviene enfadar demasiado, al menos si no estamos acostumbrados a lidiar con semejante poderío. Salvaje desde cualquier punto de vista, el M6 Cabrio nos parece más un coche de circuito, disfrazado de lujoso coupé. Por eso saca a relucir su caballería a poco que pisemos el acelerador, aunque, como hemos señalado, es tan dócil como su conductor quiere, por eso puede valer como coche de diario, con las lógicas limitaciones de llevar un ´purasangre´ en atascos, el consumo en ciudad y la maniobrabilidad de sus casi cinco metros... Al margen de eso, con el techo quitado nos obsequia con unas sensaciones inigualables, puesto que casi la totalidad de los descapotables del mercado son, en mayor o menor medida, vehículos concebidos para el paseo. En este caso no es así precisamente, y a cielo abierto podemos ir tan rápido como queramos gracias a su soberbia estructura, que también asombra por su rigidez.

El BMW M6, ya sea en el formato que nos ocupa, en la variante (también espectacular) Gran Coupé o el modelo de base Coupé, siempre cuenta con la tracción al tren trasero (recordamos que la opción de tracción total xDrive está disponible para el resto de la gama). Esto asegura unas reacciones de verdadero diablo, pero con una motricidad altísima. Aun así hemos de contar con que hay 680 Nm de par en la zaga (y desde sólo 1.500 vueltas), así que es mejor prestar atención al acelerar, sobre todo si el coche no está bien apoyado. Esta fuerza descomunal parece de otro mundo: en casi todo el margen de revoluciones hay poder, da igual el rango en el que nos movamos. Y todo esto, claro está, acompañado de un sonido nada simulado, procedente de los escapes que aumenta la espectacularidad de la criatura. Mención aparte merece la caja de cambios automática de doble embrague y siete marchas, rapidísima y con una función ´launch control´ que prioriza la aceleración en arrancadas.

Semejante vehículo porta un listado de elementos bastante completo. De serie encontramos las llantas de 19 pulgadas, cámara de visión trasera, programador de velocidad con función de frenado, diferencial activo, faros de Led adaptativos, proyección de datos en el parabrisas con reconocimiento de señales, asientos delanteros deportivos con ajustes eléctricos, paravientos (más confort en carretera cuando se va sin el techo), sistema multimedia con pantalla de 10,2 pulgadas, acceso WiFi y navegación Professional... Además de todo esto, se puede completar con el aviso de abandono de carril involuntario, televisión en la pantalla del salpicadero, frenos carbocerámicos, llantas de 20 pulgadas o sistema de visión nocturna con reconocimiento de peatones, entre otros.

El BMW M6 cabrio es una maravilla de la tecnología alemana. Más por sus reacciones que por sus dispositivos de vanguardia que, como buen BMW están a la última y abruman por cantidad y rendimiento. Otro apartado es su lujo exuberante, propio de un coupé de altos vuelos que le otorga aún más exclusividad. Y por último su parte motriz, recogida directamente del M5 y de la que se nos acaban los adjetivos. ¿Gasta? Sí, pero es que 560 CV tienen que gastar algo más de los 10,3 litros que homologa, aunque nos ha parecido poco para las cosas que hace.

Para terminar, no podemos pasar por alto la nueva versión ´Competition Package´, que promete todavía más sensaciones potenciando al M6 cabrio hasta los 600 CV (es el BMW más potente del momento) y que cuesta unos 12.000 euros más sobre nuestro protagonista. Aunque nosotros ya nos ´conformamos´ con la bestia de esta semana, un vehículo difícil de olvidar.