Al menos 42 personas mueren en la agresión israelí más letal en Siria desde el 2021

Las armas de Israel alcanzan Siria de nuevo. Esta madrugada, los ataques aéreos israelíes han matado a al menos 42 personas en la ciudad norteña de Alepo en la agresión más letal desde el 2021. Unos 36 soldados sirios y seis combatientes de la milicia libanesa Hizbulá han perdido la vida, de acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en el Reino Unido, que ha informado de víctimas civiles. También, en el sur del Líbano, el Ejército israelí ha matado a un funcionario de Hizbulá en el enésimo episodio de violencia transfronteriza con el grupo libanés. A su vez, Israel no ha detenido su agresión sobre la Franja de Gaza, provocando 71 palestinos muertos y 112 heridos en las últimas 24 horas. 

A las dos de la mañana, varias áreas en la región de Alepo sucumbieron a los ataques israelíes, provocando decenas de heridos y daños materiales. Según el OSDH, un monitor de guerra de la oposición siria, los bombardeos alcanzaron un depósito de armas, supuestamente pertenecientes a Hizbulá, cerca del aeropuerto internacional de Alepo, lo que provocó una serie de grandes explosiones. El Ejército israelí no ha confirmado los ataques. El martes, otras 19 personas murieron por los ataques en la provincia de Deir Ezzor, en el este de Siria. Según el observatorio, la mayoría eran combatientes pro-Irán, incluidos dos asesores de la Guardia Revolucionaria de Irán. El jueves, dos personas perecieron en un ataque a un edificio residencial cerca de Damasco.

Enfrentamientos en el Líbano

Desde el inicio de la guerra contra Gaza, Israel ha intensificado su agresión contra objetivos del régimen del presidente sirio Bashar el Asad y de sus aliados libaneses e iraníes en su territorio. Su agresividad creciente ha multiplicado el número de ataques y la permisividad en términos de víctimas. Este viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha denunciado que los ataques eran una clara violación del derecho internacional y de la soberanía de Siria. En una publicación en Telegram, ha señalado que tales agresiones eran una grave amenaza para la paz y la seguridad regional e internacional, exigiendo a la comunidad internacional que las condene. 

Tanto Siria como Israel se consideran enemigos y no comparten relaciones diplomáticas. Igual que ocurre en el Líbano, donde, desde el pasado 8 de octubre, los enfrentamientos entre Hizbulá y el Ejército israelí han sido diarios, matando a 346 personas, 68 de las cuales eran civiles. Esta semana, el país de los cedros ha sufrido su ataque más letal en el que 11 civiles, siete de los cuales eran paramédicos, perdieron la vida por un bombardeo israelí en una localidad sureña del Líbano. 

Agresión sobre Gaza

Los temores a una mayor expansión regional de la guerra aumentan, a medida que Israel estrecha el cerco sobre la castigada población de Gaza, donde ya han muerto 32.623 palestinos. En el enclave, al menos 15 personas han perecido por el ataque israelí contra un centro deportivo en la ciudad de Gaza. Los ataques nocturnos también han matado a 12 personas de la misma familia en la ciudad de Rafah. Otras siete víctimas mortales han perdido la vida en el campo de refugiados de Al Maghazi, que se ha convertido en lugar de incesantes bombardeos de artillería. Además, el hospital Al Shifa sufre otro día más de redadas y agresiones, que han acabado a tiros con la vida del periodista Mohammed Abu Sajil de Radio Al Quds de Gaza.

El periódico israelí Haaretz ha denunciado que Israel está ampliando una zona de amortiguamiento en Gaza adyacente a la valla fronteriza, aumentando significativamente el área declarada por el ejército como zona palestina prohibida antes de la guerra. Mientras, aumenta la presión internacional contra Israel. Caroline Gennez, ministra belga de cooperación al desarrollo y política urbana, ha dicho que el Estado hebreo “debe dejar de matar de hambre a civiles y niños”. En una orden jurídicamente vinculante, la Corte Internacional de Justicia ha exigido a Israel que adopte medidas “sin demora” para garantizar “la prestación sin obstáculos” de servicios básicos y asistencia humanitaria, incluidos alimentos, agua, combustible y suministros médicos, a la población de Gaza.