Movimiento estratégico

Arabia Saudí destinará 40.000 millones a ser el mayor inversor del mundo en inteligencia artificial

Este sería un movimiento estratégico para impulsar la influencia global de la monarquía absolutista de Salmán bin Abdulaziz

Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí.

Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí. / EFE

Carles Planas Bou

Arabia Saudí quiere ser el mayor inversor del mundo en inteligencia artificial (IA). Es por eso que el gobierno de este país de Oriente Medio planea la creación de un fondo con hasta 40.000 millones de dólares, según han filtrado fuentes internas a 'The New York Times'.

En las últimas semanas, funcionarios de Fondo de Inversión Pública han negociado una posible asociación con la estadounidense Andreessen Horowitz, una de las principales firmas de capital riesgo de Silicon Valley y cuyo cofundador Ben Horowitz es amigo de Yasir al-Rumayyan, el gobernador de este instrumento financiero saudí.

Destinar 40.000 millones al desarrollo de la IA convertiría a Arabia Saudí en el principal actor de un mercado en plena efervescencia. Esa abultada cifra solo podría verse superada por el conglomerado tecnológico japonés SoftBank, mayor inversor del mundo en 'start-ups' del sector. La inversión saudí podría despegar durante la segunda mitad de 2024, han apuntado esas fuentes.

Más influencia

Según el diario neoyorquino, este sería un movimiento estratégico para impulsar la influencia global de la monarquía absolutista de Salmán bin Abdulaziz. "Pondría de manifiesto las ambiciones empresariales globales de esta nación rica en petróleo, así como sus esfuerzos por diversificar su economía y establecerse como un actor más influyente en la geopolítica", apuntan.

Hasta ahora, Arabia Saudí ha vehiculado sus ambiciones a través de un fondo soberano que gestiona activos por valor de más de 900.000 millones. Sin embargo, sus inversiones tecnológicas en compañías como Uber o WeWork no ha sido particularmente exitosa.

En 2018, la reputación internacional del régimen islámico entre los inversores se vio mermada por la brutal ejecución del periodista disidente Jamal Khashoggi. Sin embargo, la habitual violación de los derechos humanos no ha evitado que grandes bancos de Wall Street estén ayudando a Arabia Saudí a construir un fondo tecnológico que riegue al sector de dinero en una carrera por construir la próxima OpenAI, la responsable de ChatGPT.