Política de defensa

Bruselas propone un plan de defensa con 1.500 millones y el 50% de las compras en la UE

"Europa está en peligro y la paz no puede darse por sentada. La guerra está en nuestras fronters", avisa Borrell

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell / EP

Silvia Martinez

La guerra de Rusia en Ucrania y la posible reelección de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, con su amenaza de no proteger a los países aliados que no gasten lo suficiente en defensa, han cambiado radicalmente el terreno de juego en el que se mueve la Unión Europea en materia de seguridad y defensa. La urgencia es máxima y Bruselas ha decidido pisar el acelerador con la primera estrategia industrial de defensa que asigna un presupuesto de 1.500 millones de euros hasta 2027 para incentivar a los Estados miembros invertir más, mejor, juntos y, sobre todo, 'made in Europe'. "Europa está en peligro y la paz no puede darse por sentada. La guerra está en nuestras fronteras", ha recordado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

La estrategia, según han explicado Borrell, la vicepresidenta ejecutiva Margrethe Vestager, y el comisario de industria Thierry Breton durante la presentación de la iniciativa, responde al "cambio de paradigma de seguridad en Europa", a raíz de la guerra lanzada por Vladímir Putin, que ha aumentado el "sentido de urgencia" y la necesidad no solo de acelerar la capacidad de producción sino de invertir mejor y en Europa. El plan incluye varios objetivos cuantitativos. En primer lugar, que al menos el 40% de los equipos de defensa se compren de forma colaborativa de aquí a 2030 y, en segundo, que al menos el 50% del presupuesto de contratación pública en materia de defensa se haga dentro de la UE (el 60% para 2035).

Para ello el programa europeo de la industria de la defensa movilizará un total de 1.500 millones de euros del presupuesto europeo en el período 2025-2027 haciendo confluir el Edirpa (apoyo financiero con cargo al presupuesto europeo para apoyar la contratación pública) y el ASAP (apoyo financiero a la industria de la defensa para aumentar la capacidad de producción). "1.500 millones de euros no es mucho dinero, pero puede jugar como incentivo", ha reconocido la comisaria danesa sobre un montante que debe servir como palanca de inversión para atraer financiación de los Estados miembros. "Con una guerra en nuestras fronteras, si no es ahora, ¿cuándo es el momento de hacer una gran inversión en la industria de la defensa?", ha preguntado Vestager. "Independientemente de la dinámica electoral en Estados Unidos tenemos que responsabilizarnos más de nuestra seguridad", ha añadido.

Objetivo: incentivar

Países como Estonia, Francia y Polonia, según el portal Euractiv, han pedido en un documento oficioso a la Comisión Europea y a otros Estados miembros más inversión en defensa porque una financiación inadecuada hoy en día significará gastar más en un futuro. "El presupuesto europeo debe incentivar, pero no convertirse en el cliente", ha explicado Borrell, que ha recordado que el presupuesto europeo no se puede utilizar para comprar armas, pero sí para impulsar la capacidad industrial de la defensa europea. "No tenemos un Pentágono en Europa", pero "tenemos que coordinar la forma en la que reaccionan los Estados miembros", ha puntualizado el político español.

"No estamos aquí para comprar sino para crear las condiciones para trabajar juntos", ha añadido el comisario Breton, que hace unos meses cifró en 100.000 millones de euros anuales el volumen de fondos necesario para que la industria de la defensa europea pase al modo de producción de "economía de guerra", tras años "bajando la guardia" y reduciendo la capacidad de producción en Europa en beneficio de Estados Unidos. Según los números de la Comisión, aunque en 2022 el gasto en defensa aumentó en los Estados miembros por octavo año consecutivo --alcanzando los 240.000 millones--, el 78% de las compras en este ámbito desde el inicio de la guerra de Ucrania (24 de febrero de 2022) y junio de 2023 se realizaron fuera de la UE, el 63% solo en Estados Unidos.

Compras conjuntas

La idea de Bruselas es utilizar el dinero europeo para animar a los gobiernos a realizar compras conjuntas por medio de un mecanismo similar al utilizado con las vacunas contra el covid-19 o el gas que ayudará a financiar los acuerdos de compra anticipada para repartir los riesgos. El plan también plantea identificar proyectos de interés común --la idea es tener listos para 2035 proyectos maduros--, así como reforzar la cooperación con Ucrania y facilitar su implicación en la estrategia de defensa. En este contexto Bruselas plantea abrir una oficina dedicada a la innovación en Kiev.

El plan también menciona la posibilidad de modificar la política de préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que financie el desarrollo de proyectos de defensa. Lo que no ahonda es en la idea lanzada por la presidenta Ursula von der Leyen de utilizar los beneficios de los activos del Banco Central de Rusia inmovilizados en la UE para financiar la compra de armas para Ucrania. Aunque Borrell se ha mostrado partidario de la idea ha reconocido que las divergencias entre los Estados miembros han impedido avanzar en el debate abierto sobre la utilización de los fondos en la reconstrucción de Ucrania. "Hay diferentes opiniones y preocupaciones entre los Estados miembros y la discusión continuará", ha anunciado.