Alerta en los Balcanes

El Partido Progresista de Vučić declara la victoria en Serbia

Estos comicios parlamentarios anticipados se han celebrado por decisión del propio Vučić, quien los convocó con la intención de reforzarse y ganar tiempo ante sus compromisos internacionales

El presidente serbio, Aleksandar Vucic hace gestos de victoria en la sede del Partido Progresista Serbio (SNS) tras los resultados de las encuestas a pie de urna de las elecciones parlamentarias en Belgrado.

El presidente serbio, Aleksandar Vucic hace gestos de victoria en la sede del Partido Progresista Serbio (SNS) tras los resultados de las encuestas a pie de urna de las elecciones parlamentarias en Belgrado. / Reuters

Irene Savio

Sin resultados oficiales divulgados por la Comisión Electoral, el Partido Progresista serbio (SNS, por sus siglas en serbio), la formación del presidente Aleksandar Vučić, se ha declarado este domingo ganadora de los comicios parlamentarios anticipados en el país. Un resultado que fue posteriormente corroborado por un instituto independiente tras publicar sus propias proyecciones.

De confirmarse, en segundo lugar quedaría la recién nacida coalición Serbia Contra la Violencia (Srbija protiv nasilja), que denunciaba la corrupción que reina en Serbia y acusaba a Vučić de un ejercicio autocrático de las instituciones y los medios de comunicación. Con ello, el anhelado relevo no se ha producido

En total, unos 6,5 millones de votantes (de los cuales 1,6 millones en Belgrado) estaban convocados a las urnas. La participación fue ligeramente más alta que en los anteriores comicios parlamentarios, según datos preliminares. En Belgrado, el buen clima y la jornada electoral soleada dejaron también escenas de colas en los colegios electorales de la ciudad, junto a instantáneas curiosas, como plazas repletas de personas que iban a hacer las compras navideñas como si se tratase de un día cualquiera. Otros escuchaban músicas balcánicas a pocos metros de las urnas. 

Una ciudadana serbia consulta el panel electoral antes de ejercer su voto.

Una ciudadana serbia consulta el panel electoral antes de ejercer su voto. / Irene Savio

No obstante, a la salida de algunos de los centros de votación, como el de la calle Kosovska, costaba encontrar a electores del presidente serbio, protagonista indiscutible, pese a no ser candidato, de toda la campaña electoral. ¿Vučić? Ha destruido lo que quedada de la economía serbia después de Milosević y lo quedaba de mi pensión, que no son más que 300 euros al mes”, explicaba Gordana, una jubilada de 74 años, al salir de la escuela de la calle Kosovska. “Existe mucha injusticia en este país”, añadía Marko, emigrado a Francia, como tantos jóvenes serbios que han abandonado el país por falta de oportunidades.

Buen malabarista

De hecho, estos comicios parlamentarios anticipados se han celebrado por decisión del propio Vučić, quien los convocó con la intención de reforzarse y ganar tiempo ante sus compromisos internacionales. Todo ello, después meses de protestas multitudinarias contra su Gobierno en Belgrado y de un nuevo estallido de violencia en el norte de Kosovo, donde en septiembre treinta paramilitares serbios le tendieron una emboscada a una patrulla kosovar. El vínculo entre Vučić y uno de los asaltantes puso nuevamente al presidente serbio en la mira de Washington y Bruselas, anteriormente más inquietos por su colega kosovar y primer ministro de Kosovo, el también nacionalista Albin Kurti.

Para muchos, la estrategia de Vučić fue entonces presentarse como un elemento de continuismo y garantía de que Serbia no se salga excesivamente del guion y provoque grandes sobresaltos a su paso en temas delicados como el diálogo con Kosovo. “No se trata de que deje yo el poder, si no de que ellos quieren destruirlo todo”, dijo Vučić en un reciente mitin. Además, el presidente serbio rebatió toda crítica al decirse víctima de un “complot extranjero” y advirtiendo de que Serbia perdería el rumbo sin él a cargo. 

Aún así, según el prestigioso observatorio CRTA, la campaña electoral estuvo marcados por “presiones a votantes”, así como episodios de “violencia física y verbal”. Además, en la jornada electoral, observadores de CRTA sufrieron una agresión en Odzaci (norte) mientras documentaban un caso de presunta corrupción. Los observadores también se encontraron con “grupos de personas traídas a votar” y que, al salir de los colegios, “recibieron sobres”. Otro instituto, el centro Cesid, también señaló otras irregularidades ocurridas en todo el país.

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