Alianza Atlántica

Suecia aportará a la OTAN un moderno ejército con cazas y submarinos Saab aptos para el Báltico

"Nuestras Fuerzas Armadas usan las últimas tecnologías y tenemos una potente industria de defensa", dice el embajador sueco en Madrid, Teppo Tauriainen

“Las Fuerzas Aéreas nórticas operarán como una sola flota, lo que es un paso gigantesco en capacidad militar”, opina el experto en OTAN Charly Salonius

Suecia aportará a la OTAN un moderno ejército con cazas y submarinos Saab aptos para el Báltico.

Suecia aportará a la OTAN un moderno ejército con cazas y submarinos Saab aptos para el Báltico. / EFE

Mario Saavedra

Si Turquía y Hungría cumplen con su palabra y sus parlamentos aprueban la entrada de Suecia en la OTAN, como se espera, la Alianza incorporará un ejército potente, moderno y con una industria militar propia liderada por empresas como Saab, que fabrica cazas como los 39 Gripen o submarinos de aguas profundas Gotland. Alta tecnología que servirá para vigilar el frente norte de la Alianza y mantener alejada la amenaza de Rusia del Mar Báltico.

Suecia está en el puesto 37 del ránking de Fuerzas Armadas de 145 países elaborado por Global Firepower (España está en el 21). Cuenta con un Ejército profesional de cerca de 25.000 personas (casi una de cada cuatro, mujeres), de una población de algo más de diez millones de personas.

"Creemos que vamos a contribuir a la defensa de los Aliados. No tenemos unas Fuerzas Armadas tan numerosas como Finlandia, pero contamos con las tecnologías más avanzadas y empresas de Defensa muy potentes", dice a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, Teppo Tauriainen, embajador de Suecia en España. 

Entre sus capacidades militares destaca la flota de más de 70 cazas de su Ejército del Aire. En su mayoría son F-35 estadounidenses o Saab Gripen, de producción nacional y que Suecia exporta. Este caza de cuarta generación tiene componentes de guerra electrónica e Inteligencia Artificial para ayudar al piloto tomar decisiones y realizar disparos de precisión. Mide unos 15 metros y, en sus dos versiones, permite una tripulación de uno o dos pilotos, por lo que puede realizar maniobras de interceptación del enemigo, además de reconocimiento.

La Armada Real Sueca cuenta con cerca de 400 buques y cinco submarinos, pero quiere que sean una docena de aquí a 2040. Saab desarrolla en sus astilleros de Kockums la gama de submarinos Gotland, de propulsión de aire independiente que permite la inmersión de hasta semanas, algo que antes solo era posible con los nucleares. Están diseñados para aguantar las gélidas aguas de aquellos mares, muy diferentes de las aguas del Mediterráneo, por ejemplo.

Submarino Saab de la Armada Sueca.

Submarino Saab de la Armada Sueca. / GLEN PETTERSSON/SAAB

El de Ejército de Tierra, por su parte, posee 121 tanques, sobre todo Leopard 2A alemanes. En total, Suecia gasta anualmente más de 8.300 millones de euros, un 1,4% de su PIB. Se han comprometido a alcanzar en 2028 la cifra simbólica del 2% (acordada por los Estados de la Alianza en la cumbre de Gales de 2014). Desde que comenzó la guerra de Ucrania, el presupuesto en Defensa ha aumentado casi un quinto.

Efecto multiplicador con los nórdicos

"Quizá más importante que su aportación como país sea el efecto multiplicador que tiene con los países nórdicos, Finlandia (que se acaba de unir a la OTAN) y Dinamarca, Noruega e Islandia (que ya pertenecen al club)", explica desde la cumbre de la Alianza en Vilna Charly Salonius, analista del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales. Ya han firmado acuerdos para patrullar de forma conjunta los cielos del Mar Báltico que comparten. "Actuarán como una flota aérea única, lo que es un paso de gigante: será la flota de combate aéreo más preparada para el combate de toda Europa, gracias a sus aviones F-35 o a los Saab Gripen", añade Salonus. Van a poder realizar de forma integrada entrenamiento, adquisiciones de material y planificación de despliegue de fuerzas, para formar una punta de lanza de la Alianza en el norte de Europa.

Por supuesto, Suecia tiene aún un largo camino por recorrer. "Les llevará un tiempo tener más volumen para realizar operaciones militares fuera de sus bases regionales durante períodos largos de tiempo", añade el analista. "Pero eso llegará, y la cooperación con las Fuerzas Armadas de Finlandia ha mitigado esa falta de volumen.

La adhesión de Suecia, un mensaje político

Los jefes de Estado y de Gobierno están reunidos este martes y miércoles en Vilna (Lituania) para la cumbre anual de la organización Atlántica. Esta tiene como objeto plasmar los planes de Disuasión y Defensa de Área (DDA, en sus siglas en inglés), definir el gasto y reforzar los batallones desplegados en el flanco este de la Alianza, el que colinda con Rusia.

En ese contexto, el mensaje político a Moscú de la eventual adhesión de Estocolmo a la Alianza es rotundo. Con la unión de Finlandia, Rusia de pronto se encontró con 1.340 kilómetros más de frontera con un país OTAN. Si (o más bien cuando) Suecia se incorpore como el país 32 de la Alianza, el mar y el espacio aéreo sobre el Mar Báltico (frente a la segunda ciudad rusa, San Petersburgo) estará ya al completo controlado por países de la Alianza. "Si miras el mapa, se ve un hueco enorme sin Suecia en la OTAN", recalca el embajador Tauriainen.

El país nórdico ha ido evolucionando desde su tradicional neutralidad hacia los brazos de la OTAN, empujado por la belicosidad de su vecina Rusia. Sólo hay dos partidos minoritarios que no son favorables a la entrada en la coalición internacional: los verdes y el Partido de la Izquierda. En total, representan alrededor de un 10% del electorado. Ha sido un acercamiento progresivo, que se ha visto acelerado por la primera y la segunda invasión rusa de Ucrania. Cuando en 2014, Rusia se anexionó ilegalmente Crimea y se quedó con parte de la región del Donbás ucraniano, el sentimiento político empezó a cambiar en Suecia. En mayo del año pasado, tras un informe del Parlamento, el Partido Socialdemócrata cambió su posición histórica y decidió apoyar la entrada en la OTAN. La suerte estaba echada. "Para nosotros, lo que ha pasado el último año lo ha cambiado todo", subraya el jefe de misión sueco en España.

Sólo faltaba la aquiescencia de Turquía. Su presidente, el todopoderoso Recep Tayip Erdogan, levantó su veto a Finlandia y Suecia en la cumbre de Madrid de julio del año pasado. Pero luego ha evitado enviar el protocolo de adhesión al Parlamento. Se quejaba de que Estocolmo albergaba a militantes del partido independentista turco de los kurdos, el PKK, que Ankara considera terrorista. Además, clamaba contra el levantamiento del embargo de armas al que Washington sometió a Turquía por la compra de armamento ruso. Todo ello parece haber cambiado este lunes, cuando el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg anunció que era un "día histórico" y que Erdogan había levantado (de nuevo) su veto, tras una reunión con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.