Turquía

Los kurdos, de irrelevantes a tener un papel clave en una posible derrota de Erdogan

En Turquía, un país de 85 millones de habitantes, los kurdos representan entre un 15% y un 20% de la población

Una protesta prokurda, en una imagen de archivo.

Una protesta prokurda, en una imagen de archivo. / EFE

Adrià Rocha Cutiller, Begoña González

La represión contra el pueblo kurdo es quizás una de las heridas abiertas más sangrantes de la sociedad turca. En un país con 85 millones de habitantes, los kurdos representan entre un 15% y un 20% de la población, y este año, podrían ser la llave que abra la puerta a un Gobierno de la férrea coalición opositora que le ha salido al actual presidente, Recep Tayyip Erdogan.

De las últimas encuestas se desprende que la alianza prokurda que forma parte de la coalición opositora podría llegar a obtener un 15% de los sufragios. Una cifra que ineludiblemente haría del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y sus socios, actores fundamentales en el bando ganador. El movimiento nacionalista kurdo, por su parte, no ha presentado candidato a las presidenciales y ha optado por dar su apoyo al candidato conjunto de la oposición, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu.

Este prominente papel en la escena política del movimiento kurdo es un factor nuevo en la política del país anatolio. "Nunca había habido una ocasión tan ajustada en la que un candidato alternativo a quien ostenta el poder tuviera opciones reales de desbancar a Erdogan", explica Senén Florensa, diplomático y presidente ejecutivo del IEMed. Hasta ahora, era realmente irrelevante a quién brindaran apoyo los partidos kurdos porque la elección estaba prácticamente decidida antes de llevarse a cabo.

Son muchas las dudas que surgen acerca del futuro reparto de poderes en caso de que la oposición consiguiera hacerse con la victoria, pero no cabe duda de que los kurdos no formarán parte de ella. "Es imposible predecir el reparto de pesos de en un Gobierno liderado por Kiliçdaroglu. Pero el pueblo kurdo ya ganará sólo con echar a Erdogan", vaticina Florensa. El poder turco jamás caerá en manos kurdas dado el arraigo que tiene en la sociedad el desprecio a dicha minoría.  

Deriva autoritaria de Erdogan

Esta discriminación a la que ha sido sometida históricamente la población kurda desde los inicios de la República de Turquía se acabó de intensificar a manos del Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) durante los últimos años de la deriva autoritaria de Erdogan. Tal es el temor kurdo por una posible invalidación del partido HDP, que han pedido el voto a una pequeña formación afín de la izquierda kurda para esquivar la ilegalización tras haber sido perseguido y vilipendiando por el Gobierno. El Ejecutivo de Erdogan lo acusa de ser el brazo político del considerado grupo terrorista PKK, siglas que representan al Partido de los Trabajadores del Kurdistán. Asumiendo la identidad del Partido de la Izquierda Verde (YSP) han sorteado el proceso de ilegalización sobre el que el Tribunal Constitucional debe dictar sentencia en las próximas semanas.

La petición de este partido del voto para el candidato opositor, responde a una mera estrategia para tener más opciones de apartar a Erdogan del poder. Y en parte, responde también al acoso y derribo al que son sometidos los líderes de esta minoría en el país. Más de 4.000 miembros del partido están en prisión, entre ellos el carismático antiguo colíder de la formación nacionalista kurda, Selahattin Demirtas, encarcelado desde 2016 en el país pese a las constantes exigencias de liberación del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

La estrategia de aunar el voto al candidato opositor está cosechando frutos, según apuntan medios locales. El diario tuco 'Bianet’ recogía días atrás la ventaja de Kiliçdaroglu en las cuatro provincias más grandes de Turquía dominadas por los kurdos. El candidato opositor lideraba la intención de voto hace una semana con un amplio margen del 64% frente al 36% proyectado para el actual presidente, indica Rawest Research en una encuesta realizada entre el 21 y el 29 de abril entre 5.799 personas en las provincias de Diyarbakır, Van, Mardin y Urfa.