“La combinación de diferentes vacunas contra el covid-19 pueden ser un paso importante para generar una protección más amplia”. Esta es la premisa que precede uno de los anuncios más inusuales del año. La vacuna de AstraZeneca y Oxford y la vacuna rusa Sputnik V estudiarán si una combinación de ambas fórmulas resultaría más efectiva para forjar una protección frente al virus. Así empezará un nuevo programa de ensayos clínicos; el primero hasta la fecha sobre una combinación de vacunas.

No es la primera vez, ni seguramente la última, que se plantea una combinación de vacunas. Tampoco resulta sorprendente que los científicos tiendan la mano a colaborar con otros grupos. Más en el contexto de una crisis sanitaria global en que la comunidad científica se ha comprometido a compartir todos los avances. Pero la historia de la colaboración entre la vacuna británica y la rusa parece que empieza de una manera todavía más inusual.

Hace poco menos de un mes, los responsables de la vacuna 'Sputnik' enviaron un mensaje al equipo de AstraZeneca vía Twitter. Sí, a través de una red social. Ahí plantearon por primera vez la posibilidad de combinar ambas fórmulas. Poco se sabe qué ocurrió entre bambalinas, pero el anuncio de hoy confirma que el mensaje fue bien recibido.

Combinación de adenovirus

Tanto la vacuna de AstraZeneca y Oxford como la vacuna Rusa seguirán estudiando por separado la efectividad de sus fórmulas. La nueva línea de investigación que se abre equivaldría, en la práctica, a un ensayo clínico diferente. La clave es que ambas inmunizaciones se basan en la misma tecnología.

Ambas vacunas empiezan con un adenovirus; un patógeno atenuado, más pequeño y menos virulento. La inmunización de AstraZeneca se basa en un virus de resfriado de chimpancé. Y la inmunización rusa utiliza primero el virus causante de un resfriado común y luego otro patógeno atenuado diferente. En ambos casos se utiliza el envoltorio de estos patógenos para introducir una muestra de la proteína del coronavirus SARS-CoV-2 y generar así una respuesta inmune.

El enfoque ruso plantea el uso de dos adenovirus diferentes, suministrados a través de dos dosis. Esta podría ser la filosofía que vehicule la combinación de ambas vacunas, aunque por ahora todavía no ha trascendido más información al respecto. Las farmacéuticas ya han abierto un proceso para reclutar voluntarios mayores de 18 años para este nuevo ensayo clínico.