"Asumid ahora todos los riesgos al servicio de la paz", dijo Sarkozy en un mensaje al primer ministro israelí, Ehud Olmert, y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, en su intervención hoy ante el cuerpo diplomático acreditado en Francia y reunido en el Elíseo para la felicitación de Año Nuevo.

Hay una nueva escalada de la tensión, con operaciones militares israelíes contra Gaza (controlada por el movimiento islámico Hamás) y el cierre por Israel de los pasos fronterizos con la franja, en represalia por los disparos de cohetes contra el territorio israelí.

"La paz es posible. Vuestros dos pueblos la aguardan", subrayó el presidente francés, al argumentar que es "más positivo" arriesgarse por la paz que por la guerra y no se debe esperar más, ya que las dificultades serían "peores" dentro de diez años.

Sarkozy señaló que 2008 será el año del lanzamiento de "un gran proyecto de civilización: la Unión por el Mediterráneo, para hacer vivir entre todos los pueblos ribereños la paz, el entendimiento y la cooperación sobre la base de proyectos concretos".

Expresó la esperanza de que la cumbre propuesta en París los próximos 13 y 14 de julio, en presencia de todos los miembros de la Unión Europea, permitirá abrir los primeros trabajos.

"Esta gran ambición será facilitada si 2008 es también, según lo previsto en Annapolis (EEUU), el año de la creación del Estado palestino al lado del Estado de Israel", agregó.

Si bien no subestima las dificultades, argumentó que el "brillante éxito" de la conferencia de donantes para Palestina, celebrada en París el pasado día 17, ha mostrado "la expectativa y el compromiso de toda la comunidad internacional".

Por otra parte, el presidente insistió en que también "ahora" hay que sacar al Líbano de "una crisis que no acaba porque está alimentada desde el exterior".

El Líbano está sin presidente desde finales de noviembre y su parlamento ha aplazado más de diez veces la elección del nuevo jefe de Estado, pese a que hay un candidato de consenso, el actual jefe del Ejército, Michel Sleiman.

Sarkozy pidió que sobre la base del plan adoptado por la Liga Árabe para sacar al Líbano de la crisis "cada uno asuma sus responsabilidades, dentro y fuera del país", y que la comunidad internacional "juzgue a cada actor según sus actos".

"Francia seguirá comprometida al lado de los libaneses, de todos los libaneses", concluyó Sarkozy.