El Papa Benedicto XVI trasladó ayer al primer ministro turco, Recep Tayiip Erdogan, su opinión de que Turquía es un "puente" entre religiones y apoyó su futuro ingreso en la Unión Europea (UE), durante el breve encuentro que ambos mantuvieron en el aeropuerto de Ankara. "Quise venir a Turquía porque Turquía se ha convertido en un puente entre religiones. Es un país democrático, islámico y un puente. Quería venir a Turquía desde que soy Papa porque amo su cultura. Quiero reiterar la solidaridad entre culturas", señaló el Santo Padre.

Mientras, Erdogan expresó a Su Santidad "su felicidad" por verle en Turquía, agregando que su visita tenía lugar en un momento "muy importante", en referencia a la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones que el Gobierno de Ankara patrocina junto al de Madrid y que se presentará en la sede de la ONU en Nueva York el próximo mes.

El primer ministro aseguró que pidió al Papa que apoye el ingreso de Turquía en la UE, a lo que Benedicto XVI respondió favorablemente, si bien recordó que su visita a este país de mayoría musulmana no tiene fines políticos.

El papa Benedicto XVI instó ayer a cristianos y musulmanes a colaborar al servicio de la paz entre naciones y pueblos, durante su discurso tras la reunión que mantuvo en Ankara con la máxima autoridad religiosa turca, Alí Bardakoglu.

Benedicto XVI se entrevistó ayer con Bardakoglu, uno de los dirigentes religiosos que más criticó el discurso del Papa en Ratisbona (Alemania), lo que hizo que esta reunión se convirtiese en una de las más importantes de su viaje a Turquía, que comenzó ayer y terminará el viernes.

El discurso del Papa estuvo centrado en la necesidad de diálogo con los musulmanes, que dijo pertenecen a la misma familia de los cristianos, de aquellos que creen en un solo Dios.

"Cristianos y musulmanes, siguiendo sus respectivas religiones, llaman la atención sobre la verdad del carácter sagrado y de la dignidad de la persona. Esta es la base de nuestro recíproco respeto y estima, esta es la base para la colaboración al servicio de la paz entre las naciones y los pueblos", dijo el Papa.

El Papa comenzó su discurso expresando respeto por todos los habitantes de Turquía y saludando "con particular estima y consideración" a los musulmanes turcos.

Benedicto XVI recordó además que Turquía es un país "muy querido para los cristianos" pues aquí nacieron muchas de las primeras comunidades de la Iglesia y está unida a la historia de San Juan y San Pablo y la Virgen María.

En su mensaje, el Papa recordó algunas palabras de sus predecesores, como Juan XXIII, que fue durante algunos años nuncio apostólico en Turquía cuando expresaba: "Yo amo a los turcos".