Kathryn Johnson hirió a tres agentes antes de ser abatida en la noche del martes por los disparos de éstos, según declaró a los periodistas el subjefe de la policía de Atlanta, Alan Dreher.

Ha sido una muerte "trágica y desafortunada", pero los agentes actuaron correctamente al responder al fuego, añadió.

Dreher explicó que los policías habían acudido el martes por la noche a la casa de la mujer tras comprar drogas a un hombre en ese mismo lugar.

Un portavoz policial indicó que los agentes, que iban de paisano y llevaban una orden judicial, se identificaron como policías y, tras llamar sin que nadie contestara, forzaron la puerta de la casa, en la que la mujer vivía sola desde hace 17 años.

Añadió que los tres policías sufrieron heridas que no revisten gravedad y que fueron ingresados en una clínica de la ciudad.

La mujer no tenía hijos y su familiar más cercano era una sobrina de 75 años, según los vecinos, que han indicado que el caso pudo deberse a un error de identidad.

Un activista de los derechos civiles señaló que el incidente fue el resultado de la situación de violencia que caracteriza al barrio en el que vivía la mujer.

"Tenía miedo. Es una situación horrible de un vecindario donde el crimen es algo común. Este incidente es resultado de una equivocación", añadió.