Con el recuento del 98 por ciento de los votos, el partido del actual primer ministro, Jan Peter Balkenende, obtiene 41 escaños (tres menos que en 2003) en un Parlamento de 150 diputados.

Balkenende declaró al conocerse los resultados que "el electorado ha premiado nuestra política".

Los laboristas (PvdA) han perdido diez escaños y han pasado de los 42 obtenidos en los comicios de 2003 a 32, lo que el líder laborista, Wouter Bos, ha reconocido como "decepcionante".

Gran parte del electorado laborista se ha pasado al ganador moral de las elecciones, el partido ex maoísta SP (Partido Socialista), que ha pasado de 9 a 26 legisladores.

El SP, el partido más a la izquierda en el Parlamento, se ha convertido en la tercera formación política del país, puesto que arrebatan a los liberales de derechas (VVD).

Hijo de una familia católica humilde, el líder del SP, Jan Marijninsen, entró en el Parlamento en 1989, cuando el partido todavía mantenía preceptos antimonárquicos y en contra de la pertenencia a la OTAN.

Desde entonces el SP, cuyo líder a menudo resalta orgulloso su época de trabajador en diferentes fábricas, ha suavizado sus puntos de partida, aunque sigue siendo el más izquierdista de Holanda.

El electorado ha castigado a los dos partidos que en 2003 formaron gobierno con el democristiano Balkenende: los liberales del VVD y los demócrata-liberales de D66.

Mientras que los primeros han perdido seis escaños, de los 28 que tenían; los segundos se han quedado solamente con tres asientos, la mitad de los que obtuvieron en 2003.

En Holanda crece además el número de electores que apoyan las ideas de la derecha extrema anti-islámica, como lo demuestran los 9 escaños conseguidos por el Partido para la Libertad (PvdV) que se estrena en estas elecciones liderados por el diputado Geert Wilders, amenazado de muerte por el islamismo radical.

Wilders, a quien algunos analistas consideran el heredero de las ideas de Pim Fortuyn, el político asesinado en 2002, ha recogido los votos del partido de Fortuyn (LPF) que pierde los ocho escaños que obtuvo en los comicios de 2003.

Otro nuevo partido, que se centra en la protección de los animales (PvdD), también ha conseguido representación parlamentaria, con dos escaños y, dado su ideología social, no se descarta que pueda jugar un papel en la formación de gobierno.

Así, Holanda se enfrenta a un difícil y probablemente largo proceso de formación de Gobierno, en el que los cristianos de Christen Unie (CU), el Partido para la Libertad (PvdV) e incluso el Partido para los Animales podrían ser claves.

Una posible coalición de Gobierno de centro-derecha, en la que los democristianos del CDA repitieran gobierno con los liberales del VVD suma 62 escaños, insuficientes para gobernar en mayoría, para la que se necesitan 76 diputados.

Esa coalición necesitaría la ayuda de los cristianos de Christen Unie (CU), que ha pasado de 3 a 6 escaños, e incluso del partido de extrema derecha PvdV.

Sin embargo, el líder de CU, André Rouvoet, reiteró hoy que rechaza colaborar en un gobierno donde se encuentren los liberales del VVD por sus posturas contra los inmigrantes.