Aviones F-18 lanzaron ayer varias bombas sobre la ciudad iraquí de Faluya para respaldar a las tropas de marines en combates contra la resistencia en tierra, y permanecen en el área para dar un apoyo cercano, señaló un portavoz de la marina estadounidense.

Las aeronaves, que partieron del portaaviones 'George Washington', "lanzaron tres bombas en apoyo a los marines en Faluya", señaló el comandante Cappy Surette. "Los aviones permanecen en el área, continúan brindando apoyo aéreo donde es necesario", agregó.

Aviones de la marina lanzaron el miércoles otras 13 bombas de 230 kilogramos contra posiciones de la resistencia en Faluya. Además, Estados Unidos empleó un avión AC-130 y helicópteros Cobra.

Los bombardeos de ayer se realizaron tras hacerse público que los marines se preparan para retirarse de Faluya, ciudad en la que combaten desde hace tres semanas contra una fuerte resistencia a la invasión. El Pentágono describió la retirada como "reposicionamiento" de fuerzas.

Las tropas de ocupación de Estados Unidos, que no permitieron ayer el regreso a Faluya de ninguna familia y reanudaron los bombardeos, podrían comenzar a levantar el asedio a esa ciudad en las próximas 36 horas, según el último acuerdo alcanzado.

Ahmed Hamdan, portavoz de la delegación que representa a las tribus de Faluya en las conversaciones con el mando militar norteamericano, explicó que el acuerdo prevé una retirada gradual de los marines durante las próximas 36 horas.

Al parecer, los marines estadounidenses evacuarían primero los barrios en el sur de la ciudad. De esa forma, dejarían paso a que los miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes tomen el control de esas áreas y eventualmente llevarían a cabo patrullas conjuntas con soldados de la coalición.

Hace días agentes de la Policía iraquí y miembros del Cuerpo de Defensa Civil Iraquí comenzaron a regresar a la ciudad para restablecer la calma en sus calles.

La presencia de soldados estadounidenses en los extremos de Faluya, apostados en viviendas iraquíes, provoca gran indignación entre los habitantes de esa localidad, también conocida como la "Ciudad de los Minaretes" y donde la población se rige por un estricto sistema tribal.

La sensación de inseguridad que causan los francotiradores estadounidenses en las azoteas de las casas son uno de las principales obstáculos para la vuelta a la normalidad en la ciudad.

Al menos once soldados murieron en varios ataques en Irak, el más sangriento de ellos perpetrado con un coche bomba que se cobró la vida de ocho soldados en la ciudad de Mahmudiya, al sur de Bagdad.

Fuentes militares confirmaron la muerte de los ocho soldados y de otro más en el este de Bagdad, mientras que las cadenas de televisión árabes Al Yazira y Al Arabia señalaron que hay dos muertos más en la ciudad de Baquba.

El ataque de Mahmudiya (30 kilómetros al sur de Bagdad) fue perpetrado con un coche bomba, que explotó al paso de un convoy militar, mientras que el soldado que murió en Bagdad fue abatido con un lanzagranadas y los dos restantes en Baquba fueron alcanzados por el impacto de un artefacto accionado por control remoto. También cuatro civiles iraquíes murieron después de que los soldados disparasen contra un minibús repleto de civiles cerca de un punto de control en las afueras de la ciudad de Faluya.