­El tatuaje, sea producto o no de las modas, se encuentra a la orden del día. Cada vez es más habitual conocer a gente que ya haya pasado por este proceso de coloración de la piel. Por ello es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones antes de decidirnos a hacernos el primero. Un tattoo es para toda la vida. Por ello debemos asegurarnos de elegir bien qué nos queremos hacer y en manos de quién estamos dispuestos a ponernos.

Un factor importante en este proceso es la higiene. Hay que tener en cuenta la salud, y por lo tanto acudir a un profesional que siga las medidas sanitarias pertinentes. Evita acudir a estudios que no tengan licencia o un local insuficientemente acondicionado en medidas sanitarias, pues las posibilidades de infección serán mayores. He aquí uno de los debates de muchos, sobre todo jóvenes, a la hora de tatuarse: en la mayoría de los casos resulta más económico acudir a aquél chico del que te hablaron, que tatúa en casa y al que se le da de lo lindo? Mantener un local, materiales de calidad y profesionales preparados acrecienta el coste de tu tattoo.

Sin embargo, este plus económico asegura la higiene y mejor curación del mismo. Sin duda, merece la pena pagar más por algo que vas a llevar siempre contigo.

Otro de los factores que deberíamos controlar antes de exponernos a la aguja del tatuador es «¿Qué me hago?». Son muchas las personas que a lo largo de los años se han arrepentido de tatuarse determinados dibujos o símbolos. Por lo tanto, por muy apetecible y atractiva que nos parezca la idea de manchar nuestra piel con ese dibujo que tanto nos gusta, lo primero y principal es estar seguro de que se trata de algo que nos gustará siempre.

El tamaño del diseño es otra de las cuestiones que preocupa a los primerizos en este mundillo. Los primeros tatuajes tienden a ser de tipo pequeño, pues la gente cree que así habrá menos riesgo de arrepentimiento, serán más fáciles de borrar, tapar, etc. Sin embargo, si se tiene esta actitud al enfrentarse al primer tatuaje, la mayor parte de los profesionales solo dan este consejo: no hacérselo. Los tatuajes medianos son la mejor elección, pues dan mayor libertad al tatuador, lo cual es importante que el acabado de éste sea lo mejor posible.

El último agente a tener en cuenta antes de decidirnos a hacernos un tattoo es dónde encontrar un profesional capaz de captar nuestra idea. Hoy en día existe un gran número de estudios especializados en tatuajes a los que puedes acudir vivas donde vivas. Trata de buscar aquel que más te convenza, habla con el tatuador y cuéntale tu idea, estará encantado de ayudarte a fijar ese dibujo que tanto te gusta en cualquier lugar de tu cuerpo.