­Tras varios años enfrascado en el mundo del tatuaje a modo amateur, Antonio Ortuño, más conocido como ´Soa´, decidió abrir su primer estudio profesional hace cinco meses. Pólvora Tattoo es el nombre del local que el joven tatuador dedica hoy todas sus ganas y gran parte de su tiempo.

Tras una infancia y adolescencia ligadas al arte gracias a la influencia de su abuelo, Pedro Sánchez Borreguero, famoso pintor, médico y cineasta, Soa habla del tatuaje como su única pasión. Realizó estudios en la Escuela Superior de Diseño de la Región de Murcia y trabajó como grafitero a nivel profesional hasta que decidió arriesgarse en un mundo con el que el joven se había sentido desde siempre entusiasmado.

Situado en la plaza San Antolín, Pólvora garantiza a sus clientes un buen equilibrio en calidad-precio, todo tipo de medidas higiénico-sanitarias, así como un sinfín de estilos adaptables a todos los gustos y modelos de piel. Todas las obras realizadas en el local son de diseño único, pues son editadas personalmente según las preferencias de los clientes.

La pasión de Antonio es uno de sus mayores motores de evolución. Así como su trabajo y esfuerzo y ganas de mejoría. Novato aún en comparación con otros profesionales de la Región, Antonio ha realizado ya gran cantidad de trabajos cuyos acabados cumplen a la perfección cualquiera de las expectativas de los clientes. «Siempre me ha gustado el arte», dice, «y poder reflejar mi forma de hacerlo en la piel es mi única motivación», comenta.