Banco de España

La reducción del crédito se modera tras acumular 21 meses de contracción

El actual ciclo de alzas del precio del dinero se ha trasladado a las condiciones financieras de forma "rápida y fuerte"

Sede del Banco de España.

Sede del Banco de España. / EP

Pablo Allendesalazar

Primeros síntomas de agotamiento del proceso de contracción acelerada del crédito provocado por el endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la alta inflación. Entre octubre y diciembre, los bancos españoles volvieron a endurecer por séptimo trimestre consecutivo (desde marzo de 2022) tanto los criterios de concesión que les llevan a decidir si otorgan o no un préstamo, como las condiciones exigidas por los mismos (como su tipo de interés, cuantía, plazo y garantías requeridas). También la demanda cayó, como viene sucediendo desde enero del año pasado. Sin embargo, en todos los casos el descenso fue "moderado y de menor intensidad" que durante el verano.

Esta tendencia es congruente con las estimaciones del BCE sobre cómo funciona la política monetaria. Así, las subidas de tipos se trasladan primero a las condiciones con que los agentes económicos (estados, empresas y hogares) obtienen financiación para sus gastos e inversiones. De hecho, el banco central viene apuntando que el actual ciclo de alzas del precio del dinero se ha trasladado a las condiciones financieras de forma "rápida y fuerte", incluso más de lo que esperaba. Este endurecimiento pasa después a la actividad, al disminuir la demanda de los agentes. Es precisamente lo que está sucediendo desde mediados del año pasado y se espera que siga sucediendo a principios de 2024. Por último, la mayor parte del impacto sobre la inflación se irá desplegando a lo largo de este año y el siguiente.  

Los bancos españoles, en esta línea, esperan que su oferta de crédito vuelva a contraerse entre enero y marzo en el segmento de créditos a hogares para consumo y otros fines, mientras que no variaría en el resto de modalidades (hipotecas y préstamos a empresas). En cuanto a la demanda de financiación, anticipan una nueva reducción generalizada de las solicitudes, con una intensidad "similar o algo mayor" que la registrada entre octubre y diciembre. Es decir, que el grifo del crédito seguirá cerrándose, pero todo parece indicar que los seguirá haciendo a un ritmo algo más moderado.

Aumento de márgenes

Así aparece recogido en la trimestral encuesta de préstamos bancarios, publicada este martes por el Banco de España. El documento revela que los criterios de concesión solo se endurecieron entre octubre y diciembre en los préstamos a hogares para consumo, y permanecieron estables en hipotecas y créditos a empresas. En cuanto a las condiciones, se produjo un "ligero aumento" de los márgenes en los segmentos de financiación a empresas e hipotecas, mientras que en los créditos para consumo se estrecharon ligeramente. Respecto al porcentaje de solicitudes rechazadas, aumentó en el crédito al consumo y se mantuvo estable en el resto.

La demanda, por su parte, volvió a bajar por el elevado nivel de los tipos, según los bancos. En el caso de los hogares, también se explicaría por la menor confianza de los consumidores, el mayor uso de los ahorros y las peores perspectivas sobre el mercado de la vivienda. En el de las empresas, en cambio, el descenso se vio parcialmente compensado por unas mayores necesidades para financiar existencias y circulante. La demanda cayó en todos los sectores, excepto en el comercio, mientras que el endurecimiento de la oferta fue más pronunciado en la industria intensiva en energía, la construcción y las actividades inmobiliarias (criterios de concesión) y la industria manufacturera y los servicios y de comercio (condiciones).

Estrategia del BCE

Los resultados de la encuesta son un reflejo de la estrategia del BCE: la autoridad monetaria de la zona euro subió los tipos de interés de referencia a un ritmo y escala sin precedentes de 4,5 puntos porcentuales entre julio de 2022 y septiembre de 2023. El tipo de interés principal se ha incrementado del 0% al 4,5%, mientras que la facilidad de depósito -el interés con que remunera el dinero que guarda a los bancos, el más relevante en el actual contexto- ha pasado del -0,5% (les devolvía menos de lo que les guardaba) al 4%. Sin embargo, el banco central ha abierto la puerta a comenzar a bajar los tipos a partir del verano, lo que también podría ayudar a explicar que el endurecimiento del grifo del crédito comience a moderarse.

El objetivo del banco central es enfriar la economía para reducir con ello la alta inflación, mediante la doble vía de hacer que sea más difícil acceder al crédito y que, al tiempo, disminuya la demanda del mismo por parte de empresas y familias. Está teniendo éxito: el tipo medio de las hipotecas -que suponen el 72,5% de los créditos de las familias- se incrementó en 2,58 puntos, al 3,68% en noviembre, desde diciembre de 2021, cuando la autoridad monetaria comenzó a endurecer su política monetaria. El del resto de los préstamos a hogares se elevó algo más de un punto (al 7,05%). Ello ha impulsado que el saldo de crédito de los particulares haya bajado en 5.883 millones de euros, hasta los 684.856 millones. Con los préstamos a empresas ha sucedido algo similar.