Los salarios de los empleados subirán este año más que los de los directivos

Arranca el año y gran parte de los empresarios repite la misma llamada de todos los ejercicios a sus gestores, ordenándoles a aplicar tal o cual incremento retributivo a sus plantillas en la primera nómina de enero. La gran mayoría de trabajadores recibirán este 2024 una subida salarial que oscilará dentro de una horquilla de entre el 3 y el 4%, si bien los empleados de base se acercarán más a la franja alta y los directivos y mandos intermedios a la franja baja.

Esta es la proyección que dibuja el informe de perspectivas salariales de la consultora Ceinsa, elaborado en base a las remuneraciones de unas 500 empresas y cuyas conclusiones avanza El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica. Sus cálculos anticipan que los sueldos subirán por encima que el nivel de precios, rompiendo la inercia de pérdida de poder adquisitivo vivida desde el inicio de la crisis inflacionista. Si 2023 fue un año de transición en este sentido, en el que parte de los sueldos empezaron a subir por encima del IPC, las proyecciones de Ceinsa revelan que 2024 la mayoría de nóminas le ganaran el pulso a los precios.

Partiendo de las previsiones de Funcas, que en su último panel anticipó una inflación media durante 2024 del 3,2%, todas las categorías profesionales verán preservado, de media, su poder adquisitivo. Si bien los trabajadores de base tendrán más margen de mejora que los directivos.

Ocho de cada 10 empresas ya tiene o bien decidido o bien bastante perfilado cuál será el incremento retributivo que aplicará a sus empleados este 2024. Así que desde Ceinsa esperan pocas diferencias entre sus estimaciones y los datos a final de ejercicio. Para los trabajadores de base el pronóstico es que sus nóminas suban un 3,9%, seguido por un 3,5% de los mandos intermedios y un 3,25% de los directivos. Es decir, en contra de lo vivido en ciclos económicos anteriores, cuando las remuneraciones ganaron velocidad antes por arriba que por abajo, actualmente los ‘trabajadores de a pie’ están siendo los más beneficiados.

Los datos de Ceinsa apuntan en la misma dirección que otros indicadores y avalan la tesis de que la desigualdad salarial está actualmente a la baja. El observatorio de CaixaBank Research actualizó recientemente sus propias cifras, recopiladas a través de las centenares de miles de nóminas que la entidad bancaria tiene domiciliadas, constatando que 2023 cerró con una brecha salarial entre los que más ingresan y los que menos a la baja. Si bien la distancia entre ambos colectivos sigue siendo sustanciosa, actualmente se encuentra en mínimos históricos, beneficiados los asalariados con menor poder de compra por, entre otros, una política gubernamental de intensas subidas del salario mínimo durante el último lustro. 

En términos medios, Ceinsa anticipa que los salarios subirán un 3,5% durante 2024. Un porcentaje ligeramente inferior a su pronóstico para 2023, que fue del 3,7%, y que coincide con las estimaciones de otras casas de estudios. Por ejemplo, volviendo a CaixaBank Research, su último dato registrado del 2023 fue un incremento interanual de las nóminas también del 3,5%. 

Mayor subida salarial en el sector privado que en el público

Según las estadísticas oficiales recopiladas por el Ministerio de Trabajo en relación a los convenios colectivos, el incremento retributivo pactado cerró el 2023 también en el 3,5%. Si bien los nuevos convenios se están firmando con aumentos superiores, del 4,1%, según las horquillas pactadas entre las cúpulas de patronal y sindicatos en los acuerdos de negociación colectiva. Para este 2024 el incremento base consensuado de manera bilateral entre los agentes sociales es del 3%.

Volviendo a los datos de Ceinsa, por tamaños de empresa los asalariados que más beneficiados se verán retributivamente serán los de las grandes corporaciones y los de las medianas. Para los asalariados de sociedades de menos de 100 empleados la estimación para este año es que sus sueldos suban un 3,4%; entre 100 y 500 empleados, un 4,1%; entre 500 y 1.000 empleados, un 2,8%; y a partir de los 1.000 empleados, un 3,7%.

Los incrementos previstos para el sector privado serán superiores a los contemplados para el sector público. El compromiso del Ejecutivo con los sindicatos es subir las nóminas públicas un 2%. Y a ese porcentaje puede añadirse otro 0,5% adicional en el caso de que el IPC entre 2022 y 2024 fuera superior a las alzas acumuladas en ese periodo. Si bien el sueldo de los funcionarios ha empezado 2024 congelado, ya que el Gobierno no incluyó en su decreto ómnibus del último Consejo de Ministros del 2023 la revalorización de los sueldos de los empleados públicos. El compromiso público del Ejecutivo es aplicar dicho incremento con efecto retroactivo al 1 de enero y trabaja para incluirlo en los nuevos presupuestos generales del Estado, pendientes todavía de negociación y tramitación.