Banco de España

La banca eleva el tipo de los depósitos al 2,33% pero sigue medio punto por debajo de Europa

Tradicionalmente, la diferencia entre lo se paga por los depósitos en España y en la unión monetaria no ha sido tan abultada

Una imagen del Banco de España.

Una imagen del Banco de España. / EP

Pablo Allendesalazar

Tras varios meses de arrastrar los pies, los bancos españoles están elevando poco a poco el interés de los nuevos depósitos. Sobre todo las entidades más pequeñas y las digitales, mientras que las grandes van más lentas y optan por negociar individualmente cuando un cliente se lo demanda, en lugar de lanzar ofertas generales. El resultado es que los bancos se comprometieron a pagar una media del 2,33% en los nuevos depósitos a plazo suscritos en julio por los hogares, algo más que en junio (2,21%) pero notablemente por encima del 0,15% de julio del año pasado (cuando el Banco Central Europeo comenzó a subir los tipos oficiales para combatir la inflación) y del 0,67% del pasado enero. Eso sí, la banca del país sigue remunerando estos productos de ahorro medio punto por debajo de la media de la zona euro (2,83%).

Tradicionalmente, la diferencia entre lo se paga por los depósitos en España y en la unión monetaria no ha sido tan abultada. Desde que comienza la estadística en 2003, el diferencial ha sido normalmente de unos pocos decimales o incluso de centésimas. De hecho, ha habido periodos en que los bancos españoles pagaban más que los europeos, como entre 2004 y 2006 (para financiar la burbuja inmobiliaria) o entre 2007 y 2011 y en 2012 (por la gran crisis bancaria). Sin embargo, en los últimos meses la diferencia llegó a dispararse hasta rozar el punto porcentual (1,65% en la zona euro y 0,67% en España en enero), debido a que las entidades españolas aprovecharon su amplia liquidez para no subir la remuneración de los depósitos y que sus resultados se beneficiaran aún más del encarecimiento de los créditos. 

Esta estrategia van cambiando a medida que el BCE retira liquidez del mercado, pero lentamente ya que la caída de la demanda de crédito hace que los bancos necesiten menos recursos. Precisamente, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, volvió a demandar este jueves al sector que pague más por el ahorro, como ya hizo antes del verano. "Tienen que acelerar una remuneración de los depósitos adecuada", afirmó en la 'Cadena Ser'. La ministra, así, adelantó que tiene previsto volver a plantear el asunto en la reunión que mantendrá en las próximas semanas con las patronales financieras, como ya hizo en el encuentro que tuvieron a finales de junio. El BCE, asimismo, lleva también meses instando a la banca a elevar no solo el interés de sus créditos, sino también el de los depósitos, para que sus subidas de tipos para combatir la inflación sean más efectivas.

Empresas y cuentas corrientes

Como viene sucediendo desde 2016, además, los hogares siguen recibiendo una remuneración por sus depósitos muy inferior a la de las empresas. Estas, así, obtuvieron un 3,11% por las imposiciones a plazo que suscribieron en julio, 0,78 puntos porcentuales más que las familias. La consecuencia de esta tendencia de años es que el tipo medio del saldo de depósitos (no de las nuevas operaciones) se situó en julio en el 1,27% para los hogares y el 2,6% para las compañías. Hay que tener en cuenta, asimismo, que el 90,5% del dinero de los particulares depositado en los bancos está en cuentas corrientes remuneradas al 0,12%, cuando en 2014 (año en que el BCE situó los tipos en negativo para reactivar la economía) se repartía más o menos a partes iguales entre cuentas y depósitos a plazo. Es decir, que a los bancos les resulta mucho más barata su financiación minorista que entonces. 

La subida del tipo de los depósitos a plazo ha provocado que los hogares cerraran julio con 93.504 millones de euros destinados a estos productos de ahorro, 27.044 millones y un 40% más que en el mismo mes de 2022 y 6.482 millones y un 7,4% más que en junio. Sin embargo, el dinero guardado en cuentas corrientes ha vuelto a bajar (hasta los 894.953 millones), ya que las familias están destinando sus recursos a paliar el golpe de la subida de tipos y la alta inflación (mayores repagos adelantados de las hipotecas) y a otros productos mejor remunerados (letras del Tesoro y fondos de inversión). Ello ha provocado que la suma total que tienen guardada en los bancos bajase en julio a 988.457 millones, 11.400 millones y un 1,1% menos que un año antes y 5.329 millones y un 0,5% menos que en junio. 

Crédito más caro

Por el lado del crédito, el tipo de las nuevas hipotecas concedidas en julio a los hogares en España se elevó ligeramente del 3,746% del mes anterior al 3,753%, más del doble que un año antes (1,803%) y su nivel más alto desde marzo de 2009. Al contrario que en los depósitos, en este campo no hay diferencias con la zona euro (3,75%), lo que implica que las entidades españolas obtienen una rentabilidad mayor de sus clientes. En el conjunto de la cartera, sin embargo, el tipo medio que afrontan ya los hipotecados españoles es del 3,33%, máximo desde diciembre de 2009 y un punto porcentual superior a la media de la eurozona (2,27%).

Los hogares cerraron julio con una deuda en créditos bancarios de 688.007 millones de euros, un 1,8% menos que un año antes. Así, la demanda está cayendo -como pretendía el BCE al subir tipos- debido al encarecimiento de los préstamos y al menor poder adquisitivo a causa de la alta inflación, a lo que se suma que los repagos adelantados se han acelerado. En las hipotecas, así, se registró una bajada del 3,1%, hasta los 501.585 millones, compensada parcialmente por el alza de otro tipo de créditos como los de consumo. Por su parte, la financiación empresarial -crédito y emisiones de deuda- bajó más: el 2,8%, hasta los 927.911 millones.