Un retrato complejo e intenso de los mecanismos familiares (y del matrimonio) trazado desde el punto de vista de cuatro hijos que se esfuerzan por ser ellos mismos más allá de las expectativas y del amor de sus padres. Es la trama de Las cosas que sé que son verdad, el siguiente texto (inédito en España hasta ahora) escrito por el dramaturgo australiano Andrew Bovell tras Cuando deje de llover, un montaje que se pudo ver en el Teatro Circo de Murcia (TCM) en 2016 y que fue el ganador en la XVIII edición de los Premios Max.

De nuevo este escenario de la capital del Segura recibe un texto de este autor que, en este caso, perfila un universo más contenido que sigue explorando un tema constante en la imaginería de Bovell: la relaciones, fisuras y vínculos de las personas con la naturaleza. La naturaleza y, a través de ella, aquello que está más allá del conocimiento y el dominio humano. Aquello que, en suma, a pesar de la ilusión del control, va trazando el transcurso de la vida.

Bovell y Fuentes Reta unen así de nuevo fuerzas en un montaje que cuenta con Verónica Forqué como una de las protagonistas (el resto del reparto lo componen Julio Vélez, Pilar Gómez, Jorge Muriel, Borja Maestre y Candela Salguero) y que ahonda en las relaciones familiares y en la relaciones, fisuras y vínculos de las personas con la naturaleza; en aquellas cosas que están más allá del conocimiento y el dominio humano.

Bob y Frank, protagonistas del texto, han trabajado duro toda su vida para que sus cuatro hijos tengan las oportunidades que ellos nunca tuvieron. Sus hijos empiezan a tomar sus decisiones, tienen sus propias vidas, y parece que llega para ellos el momento de relajarse y disfrutar, pero el cambio de las estaciones del año, como metáfora de los cambios que ocurren en la vida, traerá verdades ocultas que harán a la audiencia cuestionarse si quizás en las familias el amor que se da es excesivo, según narra la compañía Octubre Producciones.