u lenguaje, su ropa, su peinado, su actitud... ¡Pájara Rey, vaya casta! En pocos meses se han hecho un nombre con tan solo unas maquetas: han tocado en festivales, han ganado el concurso de bandas del Pulpop Festival y fueron finalistas del CreaMurcia y ahora, por fin, graban en los estudios Miradoor (sonido Alhabama) su primer disco, a las órdenes de Marco Velasco.

Las canciones de Pájara Rey sonaban atropelladas, precariamente interpretadas y producidas. ¡Como si eso importara! Pájara Rey -especulen con el nombre, que no deja de ser un pequeño homenaje a una paisana suya tan artista como seductora- llama la atención en su mensaje, en su abrasiva puesta en escena con su 'JijiPunk', que definen como «algo entre el pop y el punk con tintes de otros estilos y con letras que se hacen las graciosas». Rosa toca el bajo y hace los coros de las canciones; Virginia toca la guitarra y es la cantante; Martaé (de Las Culpass), los teclados, y Belchí, con experiencia en grupos como Inkeys o Karenin, se encarga de la batería. Los cuatro protagonizan una nueva cita del Microsonidos en la que comparten cartel con los almerienses Compro Oro.

¿Cómo surgió Pájara Rey?

Somos amigas desde hace años, compartíamos inquietudes musicales y cada una tenía su propia experiencia con la música. Después de varios festivales y mucha fiesta, fuimos un día de prestadas a un local de ensayo, y a partir de ahí comenzamos a hacer canciones.

¿Cuáles son vuestras referencias a nivel musical? ¿Podéis describir eso del 'JijiPunk'?

Tenemos muchas referencias. El 'JijiPunk' es algo entre el pop y el punk, con tintes de otros estilos y letras que se hacen las graciosas.

Estáis dando conciertos, tocando en festivales y ganando concursos. ¿Os esperabais que la cosa fuera así o también os está sorprendiendo a vosotras?

Desde que dimos el primer concierto en El Retal no hemos parado; estamos sorprendidas y emocionadas. Y lo estamos pasando genial.

¿Cómo es la reacción del público a lo largo del show ? ¿Sentís machismo en los escenarios ?

El machismo no tiene nada de anecdótico. Nunca con el público, pero hemos pasado por situaciones, como mucha gente, que estaban fuera de lugar, las cuales siempre sabemos gestionar.

Las maquetas os han dado mucho juego. ¿Era un buen momento para montar un grupo como el vuestro en Murcia?

Nuestra maqueta y los directos nos han traído hasta aquí, y Murcia nos ha ofrecido un contexto perfecto para empezar y madurar nuestra propuesta. Nos lo hemos tomado en serio y hemos tenido suerte.

«La vida son cosas», cantáis. ¿A qué cosas os referís? ¿Y esa cita a La vie en rose ?

É un mondo difficile, la vida son cosas? Echamos de menos La vie en Rose (un local al lado de Piscis), qué menos que dedicarle nuestro himno personal.

¿De dónde habéis sacado esos vítores a la Virgen de Almatosa?

Aunque no surge de una manera muy consciente, «guapa, guapa, reina, reina» dicho una y otra vez se convierte en una especie de burla, no hacia la Virgen de Almatosa ni mucho menos, sino a las formas de usar estos piropos. Todo, como casi siempre, desde un punto de vista muy próximo al humor. Esa Virgen que no puede responder a los gritos de «guapa» y «reina» tiene mucho que ver con la manera en la que se entienden estos gritos o cumplidos dirigidos a otras personas.

Explicad quién es Paquita Natillas y por qué inspiró una canción así.

Paquita Natillas es cómo el pueblo llamaba a Francisco de Asís de Borbón, marido de Isabel II de España. Las láminas de los hermanos Bécquer, Los Borbones en pelota, ilustran lo que nos llamó a componer nuestra canción sobre Isabelona la Frescachona, que, como bien dijo el papa Pío IX, «es puta, pero pía».

Durante la final del CreaMurcia me llamó la atención que hicierais uso de un recitado de un poema de Angelica Liddell que se llama La casa de la fuerza . ¿Qué significado tiene para Pájara Rey? ¿Cuál es el motivo de incorporarlo en el show ?

Muchas consideramos a Angélica Lidell como una especie de estandarte, o un frente de batalla sobre el lugar de la mujer en el mundo contemporáneo. Tiene textos maravillosos. En un ensayo incorporamos uno de ellos a unos acordes, y allí se quedó. Es una de las partes que más le llaman la atención al público cuando tocamos, se nota que el texto no es nuestro... [Risas].

«Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». ¿Guarda alguna relación vuestro dinosaurio con el de Augusto Monterroso?

¡Qué bonito! Pues al menos con la brevedad mantiene relación, desde luego. A mucha gente nos despiertan ternura los dinosaurios; lo mismo es porque pensamos que nos va a pasar lo mismo. Es nuestra canción más triste, y en el epé ha quedado muy chula gracias a Marco, nuestro productor, que le ha sacado toda la chicha que merecía.

¿Qué tipo de inquietudes reflejan vuestras letras? ¿Les dais mucha importancia o para vosotras son un elemento melódico más?

Las letras son muy importantes. Son una oportunidad para hablar de lo que quieras y como quieras. Las de Pájara Rey están llenas de ironía y sentido del humor.

Os habéis metido al estudio a grabar vuestro primer epé. ¿Qué nos podéis contar? ¿Cuántas canciones habéis grabado?

Hemos grabado en El Miradoor con Marco A. Velasco, y estamos encantadas con el resultado. Grabar un epé y estar todas juntas en modo campamento rock nos ha parecido una pasada. Son siete temas que pronto estarán en plataformas digitales.

¿Sois muy fans de bandas de los ochenta? ¿Hay algún artista de esa época que consideréis una gran influencia, pero que nadie espere?

No somos especialmente fans de los ochenta; nos sentimos más identificadas con grupos de los noventa. Puede ser que recordemos a algo, aunque no lo hagamos de manera consciente. Ojalá se vea en nuestra música tintes de Vulpess o Parálisis Permanente.