El cantaor José Mercé presenta este domingo en el Teatro Romea de Murcia su espectáculo Mercé Sinfónico, con el que lleva girando desde febrero del año pasado. En él, y a lo largo de doce temas, tratará de acompasar la raza del flamenco a las matemáticas pitagóricas a las que está sometido el pentagrama, propio de la orquesta sinfónica con la que está girando por toda la geografía nacional.

Durante más de cien minutos de una completa experiencia sensorial, Mercé desgranará «el soniquete, la brujería y el amor por el flamenco» acompañado de proyecciones y hologramas alegóricos, tal y como ya ha mostrado en diferentes escenarios de todo el país.

La puesta en escena del repertorio es un 'traje a medida' para celebrar la voz del cantaor jerezano, quien se quedó «pasmado» cuando escuchó por primera vez el resultado de lo que considera «un maravilloso recorrido» por su carrera. «Quiero que sea todo un éxito. El público es la voz y todo está pensado para que disfruten», señalaba durante la presentación nacional del evento en Málaga.

Sin embargo, este icono del flamenco es incapaz de escapar de su esencia. Mercé afirma que estará «cantando igual que con sólo una guitarra», sin ver «ninguna historia rara» porque «los músicos se han adaptado a los temas y están tocando flamenco como estoy cantándolo yo», asegura el jerezano para los aficionados más ortodoxos.

En este sentido, Mercé, maestro de todos los palos del flamenco más puro, considera que «hay que hacer la fusión, no la infusión» del género, porque «el flamenco tiene que ser abierto, pero no se puede desvirtuar. Es una música de raíz, por lo que nunca estará de moda pero es eterna».

Sobre el emblemático escenario murciano, treinta y seis músicos sinfónicos se mimetizarán con el cantaor, además del guitarrista y dos cantantes y palmeras que forman parte del grupo que acompaña siempre a Mercé.

Para el productor del espectáculo, Jesús Paulano, se trata de «un antes y un después tanto en el mundo de la música clásica como del flamenco».