Catorce tumbas de la necrópolis de Villaricos excavadas, la recuperación de restos pertenecientes a dieciséis personas y una hebilla de cinturón presumiblemente de época visigoda que datará cuándo se produjeron los enterramientos es parte del resultado de la campaña de excavación de este año en el yacimiento tardo-romano de Los Villaricos, que culminaba esta semana los trabajos de recuperación y limpieza sobre el terreno.

Hacía años que no se excavaba en la necrópolis y el resultado ha sido mejor del que se esperaba. Los primeros datos apuntan a que los últimos moradores de esta villa romana reconvirtieron un espacio de la misma en una zona de enterramientos junto a una basílica que salía a la luz hace años.

Se sospecha que los enterramientos se produjeron en la última etapa de la vida en Villaricos, entre finales del siglo V y principios del siglo VII, debido a que el espacio fue reutilizado y se han localizado varios enterramientos conjuntos a modo de lo que podrían empezar a denominarse panteones.

Un análisis más determinante lo dará la prueba del Carbono 14 al que serán sometidos algunos de los restos localizados, según explicaba el director de la excavación, Rafael González, durante la visita que tenía lugar coincidiendo con el fin de la campaña y en la que participaba en alcalde de la localidad, Juan Jesús Moreno, y diversas autoridades locales.

Esta edición de la campaña ha contado con dos áreas diferenciadas de excavación. Por un lado un equipo ha trabajado en la necrópolis debido a la incorporación esta edición de una antropóloga junto al equipo que dirige el campus y por otro el resto del equipo ha seguido con los trabajos iniciados en el pasado año en una zona denominada de ´las piletas´ por ser un área de producción de la que todavía no se han determinado sus usos, pero que sí ha dejado a la luz diversas piletas utilizadas para la producción, presumiblemente queso o como zona de tintado de prendas de vestir, ya que se han recuperado objetos diversos que llevan a pensar en alguna de estas labores, aunque todavía no se ha catalogado su uso.

En esta zona se han descubierto nuevos muros y una tipología cerámica denominada quesera para hacer queso, pero que también tenía otras utilidades y que seguramente tiene relación con esas piletas. «Todavía no tenemos conocimiento para qué se utilizaba», afirmaba el profesor de la Universidad de Murcia y director de la excavación, Rafael González.

Villaricos se mantiene como una gran villa productora en la comarca. Junto a la gran casa de los dueños de la villa se han localizado cuatro zonas de producción. Por un lado, la almazara y la bodega de vino que ya forman parte de los hallazgos más destacados del mundo romano en la antigua Hispania; y por otro lado, la zona de piletas todavía sin determinar; y una cuarta zona junto a la basílica, que la componen diversas balsas y canalizaciones sobre la que todavía no se han desarrollado trabajos a fondo y sólo se tiene constancia de que la producción sobre ese espacio estaba muy relacionada con el uso del agua.

Lo más urgente en este gran yacimiento sigue siendo sin duda el techado de los restos localizados, ya que se excava, recupera y consolida, pero sin un techado que lo recubra el trabajo no sirve de nada.

Durante la visita a Villaricos se presentaba además un documental sobre las Villas Romanas en la Región de Murcia en el que tiene una especial relevancia la villa de Villaricos junto a otras grandes villas, como las localizadas en Bullas, Mazarrón o Yecla, entre otras de gran interés histórico.