La comedia sarcástica y de humor negro sobre la astucia y las clases sociales Un tonto en una caja es la representación prevista para hoy, miércoles. Los actores Pedro Segura, Luis Martínez y Macarena Rueda mostrarán una mirada irónica sobre una sociedad en cuya cúspide están los Notables, seguidos por los Grandes y, después, los Pequeños, en que únicamente conseguirá sobrevivir el más astuto.

P Nos encontramos ante una obra donde la sociedad se divide en Notables, Grandes y Pequeños. ¿Cómo es esa separación de poderes?

R Esta ambientado en una distopía, en un tiempo imaginario y un lugar que no existe. Lo que sucede es que el público notará a lo largo de la obra ciertos paralelismos con la sociedad actual. Se trata de un guiño del autor, es decir, es imaginario o no es imaginario. Se divide en los Notables, que digamos que es la parte más alta de la sociedad; es decir, aristócratas o gente con la vida solucionada. Luego estarían los Grandes, que es el papel que interpreto yo, un fanático científico. Pero creo que lo más importante de mi papel es el tema del fanatismo, que es tan actual: personas que funcionan por aferrarse a un pensamiento único. Y luego, por último, está la parte más baja, que sería el Sirviente, que en la actualidad sería un paralelismo con todas esas clases sociales que sirven a los demás y que están fritos a impuestos.

P Una trama que comienza con un regalo por el cumpleaños del Notable

R Efectivamente el Notable recibe una caja como regalo de cumpleaños, ya que toda la trama transcurre en su fiesta de cumpleaños donde han acudido todos los Notables. Allí recibe una caja regalada por un ser misterioso y, a lo largo de la obra, el espectador irá descubriendo quién está en esa caja.

P Hablaba que su papel se establece entre los grandes de sociedad, ¿cómo preparó el papel?

R Tuve la suerte de que me llamasen cuando la obra llevaba estrenada algún tiempo para cubrir una sustitución de uno de los actores, que tuvo otro trabajo que se solapaba, una cuestión que ahora ocurre lamentablemente a los actores, que se solapan las funciones y tienes que elegir con que montaje quedarte. Tuve que preparar mi papel en muy poco tiempo, pero lo afronte con mucha ilusión.

PComparte papel con Susi Espín y Pedro Segura...

R Sí, tengo la suerte de compartir papel con dos actores veteranos y muy conocidos en la Región, como son Pedro Segura de Cartagena, que es un hombre de teatro desde hace muchos años con un curriculum, muy extenso y Susi Espín, que ahora hace el papel de la clase más baja. Se trata de una actriz de Cehegín con mucha experiencia que fue primera actriz de Alquibla durante mucho tiempo, con grandes montajes. Ha sido todo muy fácil y uno siempre está deseando trabajar con compañeros de esta calidad. Además se trata de una alta comedia, es decir, que hace pensar. No estamos hablando de una comedia de trazo grueso, sino de sonrisa y de suspense; en definitiva, muy atractiva para todo el público que la ha visto a lo largo de toda la geografía española. También ha tenido muy buena aceptación entre el público joven, la hemos representado para alumnos de instituto y ha funcionado muy bien. El autor Martín Giner es de mi quinta, y toca temas muy actuales con un lenguaje muy cercano y dinámico. Ya vinimos a Caravaca con 75 puñaladas, que es otra obra suya, y también funcionó muy bien.

P A lo largo de esta semana, los protagonistas han puesto de manifiesto la importancia de mandar un mensaje a la sociedad. ¿Cuál es el mensaje que quiere dar esta obra?

R Más que un mensaje, es una pregunta. Yo lo resumiría con una pregunta: cuánto de nuestra vida estaríamos dispuestos a ceder por alcanzar un sueño, que, muchas veces, son sueños impuestos por la sociedad. Y es que muchas veces la cultura del éxito y del fracaso depende de quién está arriba en la pirámide social o quien está abajo. Muchas veces son cuestiones que vienen impuestas. Parece una cuestión un poco profunda, pero la reflexión sería esa: cuánto de nuestro tiempo nos están comprando para realizar unos sueños que, a veces, no son los que uno quiere, supuestamente.

PUn trabajo dirigido por Carlos Santos, ¿qué tal ha ido?

R Carlos es muy conocido por su trabajo en televisión y en cine y, aparte, es un hombre de teatro, que ahora mismo es una faceta menos conocida, pero lleva mucho tiempo, desde muy joven. Carlos comenzó en la Escuela de Arte Dramático en Murcia y es una persona que conoce muy bien el teatro, así como funciona el género de la comedia, que lo controla fenomenal. De todos es conocido su personaje en Los hombres de Paco, y yo creo que a partir de ahí se ha hecho un experto en este tipo de obras dramáticas.

P¿Qué tal el paso de la obra por Madrid? Estuvo en el teatro Alcalá...

R Fue muy bien. Además, recientemente hemos estado en los teatros Luchana, donde querían que siguiese la obra. Lo que sucede es que las condiciones eran bastante justas y son unos teatros en los que compensa trabajar cuando vives en Madrid. Como no es nuestro caso, la obra estuvo varios días, teniendo una buena aceptación. Los encargados del teatro querían que se quedase, pero no era posible por las circunstancias. Luego ha pasado por Galicia, Sevilla, parte de Levante... la obra ha ido funcionando por todo tipo de escenarios.

P ¿Próximos trabajos?

R El 1 de septiembre volveremos a poner en pie Escenas de Hamlet en el castillo de Moratalla. Tengo la suerte de interpretar al personaje de Hamlet. El día 4 de septiembre se hará en Cehegín en la sala Cámelot. Y en noviembre, con la compañía de teatro de La Entrega de Murcia estrenaré Enrique IV de Pirandello en el Teatro Romea, y tengo la suerte de protagonizarlo.