La historia versa sobre una madre de 76 años y su hijo Jaime, de 50, que viven en mundos muy diferentes. Mientras que Jaime tiene mujer, dos hijos, una hermosa casa, dos coches y una suegra que atender, su progenitora se las arregla sola y sobrelleva su vejez con dignidad. Pero un día ocurre lo inesperado: la empresa para la que trabaja Jaime lo deja en la calle por razones de reajuste de personal. La lamentable situación lo lleva a decisiones drásticas porque no puede mantener su tren de vida.

PEn primer lugar, ¿qué nos encontramos este noche en 'Conversaciones con mamá'?

R El público se va a encontrar la relación de una madre y un hijo, una relación muy especial, porque se trata de una madre liberal que ha educado a su hijo de una manera muy liberal; y el hijo se ha vuelvo un burgués total al casarse. Lleva 25 años casado, se ha hecho un burgués y le importa cambiar de coche todos los años, todo lo que no le importaba de joven y lo que a ella sigue sin importarle. Durante el transcurso de la obra, las dos personas que están muy alejadas, un poco por la familia de él, como se van acercando a través de las siete conversaciones que tienen. Todo la historia se desarrolla con mucha comicidad y ternura al mismo tiempo.

P Una obra que mezcla, con ritmo excelente, realismo, poesía, humor y ternura...

R Nos encontramos con muchas fases, buena prueba de ello es que la obra tiene muchos premios; además, allá por donde se ha estrenado ha ido triunfando de manera rotunda. Es mucho más que una comedia, hace reír desde la cuarta frase; pero también emociona en muchos momentos. Es el tipo de teatro que a mí me gusta hacer y llevar a las ciudades que tanto me gustan, como es el caso de Caravaca.

P Nos encontramos ante una obra que llega al espectador y al final consigue dar un mensaje...

R Estoy totalmente convencida, te puedo contar una anécdota muy graciosa. El técnico que estaba grabando la obra el día del estreno, al término de la función nos dijo: «Me voy corriendo a ver a mi madre». Con lo cual, te puedes imaginar lo tierna que es, y lo importante, y divertida al mismo tiempo, que es esa relación entre madre e hijo.

PComparte escenario con Jesús Cisneros, ¿qué tal el trabajo?

R Una maravilla, porque Jesús y yo, aparte de ser empresarios de la fundación y de estar unidos como socios, somos grandes amigos, y luego grandes compañeros de actuación, porque trabajamos el uno para el otro y hay una química estupenda. Yo le quiero como a un hijo, con eso te lo digo todo.

P Recibió en 2017 la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. Un premio a toda una trayectoria plagada de éxitos.

R Un premio a una trayectoria, pero también es un premio para toda mi familia. Lo considero un premio también para mi padre, don Ismael Merlo. que murió casi sin premios porque entonces las cosas eran más raras que ahora todavía. Así lo considero, un premio a toda la familia Larrañaga-Merlo.

P Sé que la pregunta que le voy a hacer es complicada. A lo largo de su trayectoria, ¿tiene alguna escena en la retina guardada, esa que, por más que pasen los años, no se olvida?

R Yo siempre tengo muy presente la última función que estoy haciendo, y hay momentos en esta obra que están cargados de emoción. En la tercera conversación, que madre e hijo se van acercando, hay momentos tan tiernos y tan divertidos al mismo tiempo que son ahora mismo los que tengo en mente. Tras muchas funciones, tengo muchos recuerdos. Por ejemplo, de Leonor de Aquitania, cuando hice el monólogo Yo, Leonor, tenía momentos espléndidos también que se me han quedado grabados, pero Leonor es una obra que siempre la vuelvo a repetir, porque siempre me la piden...

P ¿Cómo ve a las nuevas hornadas de actrices y actores que están saliendo en el panorama actual? ¿Hay muchas diferencias de cuando empezó en este mundo?

R No tiene nada que ver, absolutamente nada que ver. Ahora las cosas han cambiado mucho, unas para bien y otras para mal. En Murcia capital, no sé quien lleva la gestión del Romea, pero no hay manera de que consiga entrar. Y me da mucha pena. Una ciudad a la que quiero tanto, y donde siempre he sentido el calor del público... no conseguir entrar en la programación del Romea, cuando he estado en aquel teatro con grandes éxitos a lo largo de toda mi carrera... Porque ahora el teatro no está en manos de los profesionales del teatro: está en manos de los políticos y queda muy alejado del teatro que yo conocí, que también tenía sus desventajas, pero del teatro que yo conocía al de ahora hay muchísima diferencia, ya no sé si para bien o para mal. Entonces eran más fácil unas cosas y más difíciles otras.

P Además de seguir con Conversaciones con mamá, próximos proyectos en mente.

R Por ahora no tengo proyectos en mente, porque tiene que llegar la hora que de retirarme algún día y que me ponga a descansar. Aunque si encuentro algún trabajo que pueda seguir haciendo lo haré porque la cabeza todavía no falla y me muevo muy bien porque llevo una vida muy sana. Por ahora seguiré con este proyecto, que estará en escena unos años.