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Kasofor lleva su lucha a la Carrera de la Mujer

Un grupo de africanas que defienden sus derechos estará en la prueba del 5 de marzo

Un grupo de mujeres de Kasofor, durante una de sus reuniones mensuales. | L.O.

Un grupo de mujeres de Kasofor, durante una de sus reuniones mensuales. | L.O. / dioni garcía

Dioni García

Dioni García

La Asociación de Mujeres Inmigrantes Kasofor en Murcia estará el domingo 5 de marzo en la Carrera de la Mujer por primera vez. Junto a Crece con Dabadá, será uno de los colectivos que recibirán el cheque solidario que todos los años entrega la organización, que corre a cargo del Diario La Opinión en colaboración con el Ayuntamiento de Murcia a través de las concejalías de Cultura, Festejos, Archivos, Museos, Patrimonio, Deportes y Turismo, y de Igualdad, Juventud y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Murcia, con la dirección deportiva de la Asociación Deportiva Correpormurcia.

Kasofor significa unidas en la etnia Diola de la República de Senegal. De ese punto al sur del país situado al oeste de África proceden las más de cuarenta mujeres que hoy en día forman parte de la asociación y que estarán en la prueba. Nació en 2009, pero no se constituyó legalmente hasta 2018. El objetivo por el que trabajan es por el empoderamiento de las mujeres africanas, sometidas a una cultura donde ellas tienen que pedir a sus maridos permiso para realizar cualquier actividad, y también contra la mutilación genital a la que se someten por tradición en su Región desde que son niñas.

Esta mujeres africanas han encontrado en Murcia un nuevo estilo de vida, alejado de las ancestrales costumbres de su país. Mambaye Sane, de 39 años, es su presidenta. Desde que llegó a España en 2006 ha luchado por los derechos de sus compatriotas. «Durante todo este tiempo ha cambiado muchísimo la situación para nosotras, aunque al principio nos costó mucho. Muchas de mis compatriotas tenían la mentalidad de que su marido las había traído a España y que por esto tenían que respetarlo. Pasados unos años, han visto que no tiene por qué ser así», explica esta activista por los derechos de las mujeres que se siente orgullosa de todos los pasos dados durante más de una década.

Mambaye explica cómo es la fisonomía de su asociación: «Todas procedemos de la etnia Diola de Senegal, pero estamos abiertas a cualquier mujer africana que quiera integrarse con nosotras. El Ayuntamiento, a través de la concejalía de Igualdad, nos está ayudando a hacer actividades para ser más grandes. Tardamos en constituirnos como asociación porque nuestros hombres no querían, ya que en nuestra cultura hay que pedir permiso al marido para todo», comenta.

Desde Kasofor están trabajando intensamente «en el empoderamiento de la mujer, que ha visto en esta sociedad un espacio para desarrollar nuestro futuro. Decidimos que daba igual lo que dijeran nuestros maridos y el mensaje está calando en las más jóvenes, ya que muchas de nuestras hijas se han incorporado ya a Kasofor», destaca Mambaye.

La mutilación genital, que constituye una violación de los derechos humanos fundamentales de las niñas y las mujeres, entre los que se incluyen el derecho a la salud, a la seguridad y a la dignidad, es una de las luchas que han emprendido estas mujeres. «Está prohibida, pero se hace en secreto en nuestro país», admite Mambaye, quien asegura que «la mayoría de nosotras hemos pasado por esta costumbre y no queremos que nuestras hijas lo sufran. En muchas zonas de África sigue pasando. Les hemos hecho ver que hay un documento que las defiende de la mutilación porque por ignorancia a algunas les sigue pasando», reconoce. El pasado 6 de febrero, con el apoyo de la consejería de la Mujer, desarrollaron diferentes actividades para concienciar de esta problemática con motivo del Día Mundial de la Mutilación Genital y también contra el maltrato. «Se notan avances. Era un tema del que casi no se hablaba, pero hace un año tuvimos una formación de tres días para mostrar la realidad porque hay mujeres que se han quedado estériles o han sufrido partos complicados por ello. Era algo que se había normalizado porque es nuestra cultura, pero es algo que no debe ocurrir».

Kasofor, además, también cumple un importante papel en el apoyo económico a sus asociadas. Desde la pandemia realiza una reunión mensual en el Centro de la Mujer de San Antón. Cada una de sus integrantes pone una cantidad de dinero para hacer un préstamo a una de ellas. Se sortea pero nunca puede ser la misma la agraciada. Gracias a esos ‘préstamos’ muchas de ellas han podido comprarse un coche para ir a trabajar o ahorrar para poder viajar a su país para visitar a sus familiares. Además, todos los meses pone cada una cinco euros para ayudar a compañeras que están en dificultades por encontrarse en paro o que tienen alguna necesidad vital para sus familias.