El UCAM Murcia tiró tres puntos a la basura ante el Villarreal. Cuando lo tenía en su mano, dejó que un rival más talentoso se viniera arriba. Iba ganando 2-1 en el minuto 90 el equipo universitario y, tan solo seis minutos después, el marcador se volteó hasta el 2-3. Volvió a salir cruz la moneda y el UCAM se vuelve a meter en un lío. El doblete de Rubén Mesa, que fue el mejor de los murcianos, no sirvió para nada ante los goles de Sergio Lozano y el doblete de De La Fuente en la recta final.

Tenía el equipo universitario un partido complicado, pero lo afrontaba con la moral por las nubes después de la victoria conseguida ante el Sevilla Atlético. Tal y como demostraron los jugadores y Salva Ballesta, con las declaraciones durante toda la semana, fueron más de tres puntos. Fue el partido que significó que las cosas se estaban haciendo bien pese a los malos resultados arrastrados semanas atrás.

Con la confianza de esa victoria se lanzó el equipo universitario a por el Villarreal en La Condomina. Que, por cierto, presentaba un mejor ambiente de lo habitual, con 2.810 espectadores. El primer acto fue una lucha de estilos. La cantera grogueta, una de las mejores del país en la actualidad, fiel a su estilo, intentó dominar a los universitarios a través de la posesión. Jugadores con calidad y potencial tienen de sobra. Por su parte, el UCAM Murcia se decantó por defender posicionalmente. Y lo cierto es que le funcionó a la perfección el plan a Salva Ballesta en la primera mitad. Apenas generó peligro el Villarreal tras jugada trenzada. Lo intentaba y lo intentaba, pero los once jugadores azuldorados estaban muy compactos y no había grietas. La única del Villarreal fue de Sergio Lozano, que estrelló un disparo de falta potentísimo al larguero. Mucho dominio de balón, poca miga. Fue el resumen del primer acto del Villarreal.

Al UCAM se le puso el partido de cara cuando en el minuto 17, Rubén Mesa puso el 1-0. Centró Moyita un caramelo de saque de esquina e Íker Álvarez no atajó bien la pelota, que le cayó a Xemi y remató a puerta. Justo antes de entrar, apareció el ariete para empujarla. Tenía ganas de volver a mojar después de unos partidos en los que no ha demostrado un buen nivel. La otra clara del primer acto fue para Xemi, que, con un disparo desde la frontal del área, casi bate al guardameta visitante.

No tuvo mucho trabajo Pedro López, que volvió a arrebatarle la titularidad a Biel Ribas por segundo partido consecutivo. Deja claro Ballesta que el balear ya no es un intocable. Se avecinan curvas con su situación. En el puesto de Fullana, que cumplía ciclo de amonestaciones, jugó Abenza. Y lo cierto es que el murciano se desempeñó bastante bien en la primera parte. Estuvo correcto posicionalmente y dotó de salida de pelota a su equipo cuando lo necesitaba.

Mismo guion tras el descanso

La segunda parte siguió el guion de la primera. El Villarreal tuvo la posesión, pero faltó velocidad para romper las líneas defensivas del UCAM.

De nuevo, el balón parado fue su mejor arma. Si en la primera parte, Lozano reventó el travesaño, en su segunda ocasión desde el tiro libre, no se iba a quedar con las ganas de reventar las redes de la portería. Con un disparo muy potente, batió a Pedro López y puso la igualada en el 53. Otra vez vuelta a empezar para el UCAM.

Tras el gol del Villarreal, el UCAM volvió a adquirir protagonismo en el partido y se vieron fases de dominio alterno. Lo intentaba Moyita, que estuvo más activo que en la primera mitad. Cada vez que entraba en juego, había peligro local. Llegó en varias ocasiones, pero sin llegar a generar peligro claro.

El que se puso la capa de superhéroe de nuevo fue Rubén Mesa. En una de esas llegadas laterales que no dejó de intentar el UCAM durante todo el partido, llegó la recompensa. Una recompensa que en otros partidos se le ha negado, pero que en esta ocasión, le favoreció por lo visto sobre el césped. José Antonio Caro subió toda la banda derecha y puso un centro a media altura que aprovechó Rubén Mesa. Se anticipó el delantero a su defensor y con un gran remate al primer toque puso a su equipo otra vez por delante a falta de quince minutos.

El Villarreal se viene arriba en los últimos minutos

La recta final del partido fue de posesión constante para el Villarreal y un UCAM replegado. No llegó demasiado el joven filial y tampoco sufrió mucho el equipo universitario. Pero otra vez, la mala fortuna se volvió a cruzar en su camino. En el minuto 92, tras un barullo de piernas y mil rechaces, el Villarreal se encontró el segundo gol. De La Fuente metió la pierna tras un saque de esquina e hizo el empate. Jarro de agua fría para todos.

Pero la cosa no iba a quedar así, pues la cosa empeoró todavía más. En la última jugada del partido, De La Fuente deshizo el empate a favor del Villarreal. Nadie se lo podía creer. Los jugadores, desolados tras el campo, y el cuerpo técnico en el banquillo, mantenían la mirada perdida. Y no es para menos, porque era una victoria clave para el devenir de los intereses de los murcianos y también una inyección anímica. Pero nada ha sido así. El UCAM tiró el partido en el descuento y pasa de la inyección de moral a volver a ver todo negro.