El murciano Carlos Alcaraz, la joven promesa del tenis español, debuta con su primera portada en el número de febrero de la edición española de Vanity Fair. Este número es la segunda parte de una iniciativa europea en la que se unen las ediciones española, francesa e italiana para celebrar el futuro de Europa con esperanza y optimismo, destacando las voces y los agentes de cambio que marcan el rumbo de su futuro.

Este número especial es la continuación del número "Memoria" del pasado diciembre, que forma parte de una iniciativa más amplia en el que Vanity Fair explora el pasado y el futuro, la tradición y la innovación de Europa.

Vanity Fair entrevista a Carlos Alcaraz

El joven tenista de la pedanía murciana de El Palmar protagoniza la portada de la edición española de Vanity Fair, que incluye un editorial de moda y una entrevista realizada por David Jiménez en la academia Equelite que su entrenador, Juan Carlos Ferrero, fundó en Villena (Alicante). Tras haber ganado tres torneos ATP —incluida las NextGen Finals— y sumado sus primeros dos millones de euros en premios, el tenista murciano, de tan solo dieciocho años de edad, ha entrado en la élite del tenis mundial

Pero como todo adolescente, Alcaraz revelaba en la entrevista una de las metas propias de su edad: sacarse el carnet de conducir. “Me hace mucha ilusión”. Detrás de todo el éxito precoz que ha conseguido, se encuentra un joven tímido y humilde: “Tengo que seguir trabajando, escuchando a mi equipo y mejorando”. “Tengo  todo lo que me hace falta. No soy de grandes lujos”, dice el joven tenista, que empieza a ser un gran reclamo para las marcas. “¿El dinero? Ahora no pienso en esas cosas”

Cada vez que finaliza un viaje, regresa a la academia Equelite, fundada por su entrenador Juan Carlos Ferrero, exnúmero 1 del mundo, y donde entrena de cinco a seis horas diarias. El tenista fue reclutado como un candidato prometedor tanto por su talento como por su fortaleza mental y capacidad de sacrificio: “Me gusta entrenar. Lo disfruto”. Duerme en una modesta cabaña de madera, entrena cinco o seis horas al día —“Más cuando hace falta”—, come en las instalaciones y sigue a rajatabla la disciplina que su coach le ha impuesto en los últimos cuatro años. “Llevo un látigo invisible”, bromea Ferrero. 

Con tan solo catorce años abandonó el colegio, a sus amigos y a su familia para iniciar un duro régimen de entrenamiento: “Venir solo me hizo crecer más rápido. Tienes que hacer tu habitación, encargarte de todas tus cosas, vas adquiriendo disciplina”. Albert Molina, mánager de Alcaraz, comenta: “La primera pretemporada acabó casi llorando. No estaba acostumbrado a ese esfuerzo y sacrificio. Pero su rápida adaptación confirmó que tenía la ambición para llegar. 

Alcaraz empezó el año 2020 en el puesto 490 de la ATP y terminó 2021 en el 32, se convirtió en el cuarto finalista más joven de la historia del US Open en la era abierta y el más precoz en sumar 30 victorias en una temporada desde Rafael Nadal en 2004. El pasado mes de mayo, Nadal y Alcaraz se enfrentaron en el Mutua Open de Madrid, donde se impuso Nadal: “Ese día estaba muy nervioso. No creo que me pase la próxima vez”.

A partir de aquel partido, comenzó a mejorar exponencialmente, y en las siguientes semanas ganó a cuatro top 10 de la ATP.

El joven está cumpliendo el sueño de una familia que cuenta con tres generaciones de tenistas. De su abuelo, Carlos Alcaraz, y su padre, también Carlos, quien no llegó a desarrollar todo su potencial en el tenis por carecer de medios. Más de tres décadas después, cuando ofrecieron a Carlitos sumarse al programa de Equelite, su padre no se lo pensó: el tercero de la saga atraparía ese tren que a él se le escapó.

El pasado mes noviembre Carlos Alcaraz probó el lado más cruel del oficio en el Masters 1.000 de París. Perdió en octavos de final contra Hugo Gaston, entre los abucheos del público francés. Alcaraz cuenta en su equipo con el apoyo, desde que competía en categorías juveniles, de la psicóloga Isabel Balaguer, que lo ayuda a soportar la presión y a encontrar un equilibrio emocional y confianza en sí mismo. “Cuando no juego valiente, me lo achaco a mí mismo. Me digo: “por qué no he arriesgado’. Si fallo, al menos me quedo con la sensación de que he ido a por ello”. 

Su temeridad lo convierte en uno de los jugadores más agresivos y Juan Carlos Ferrero quiere que lo mantenga: “No lo dejamos ser defensivo. Con los golpes que tiene, juega mucho mejor cuando va para adelante. Hay pocos jugadores con su fuerza”.

Carlos Alcaraz, para Vanity Fair V.F.

Especial 'El futuro de Europa' de Vanity Fair

Las ediciones de España, Francia e Italia han seleccionado a 30 talentos que representan el futuro de Europa para celebrar su futuro con esperanza y optimismo, destacando las voces y los agentes de cambio que marcarán los próximos años. 

"Este proyecto especial está pensado para mostrar un mensaje de unidad en las ediciones europeas de Vanity Fair, celebrando las diferentes generaciones, los diferentes orígenes, los diferentes talentos y los diferentes países. Es una plataforma para celebrar la diversidad, aunando la fuerza de las personas, las culturas, el entretenimiento y el periodismo de una manera nueva. Estas ediciones son un ejemplo de cómo Condé Nast está construyendo su futuro, un futuro en el que la narración local puede alcanzar una nueva audiencia global más amplia", ha declarado Simone Marchetti, Director Editorial Europeo de Vanity Fair.

Cada número incluye un portfolio que se publicará en papel y en digital, en el que aparecerán 30 figuras del cine, la moda, el deporte, la música, la política, que representan la nueva ola de talentos europeos. Entre ellos, la actriz francesa Laure Calamy, conocida por su papel en la multipremiada serie Call my agent, el cantante italiano Sangiovanni y Carlos Alcaraz, que aparecen en tres portadas diferentes de Vanity Fair Francia, Italia y España. 

Además, en las páginas interiores por parte de Italia aparece el actor Filippo Scotti, las chicas de United Mountains of Europe, el chef Enrico Bartolini y el empresario Lorenzo Bertelli

En Francia, los protagonistas son hacia un grupo de jóvenes impulsados por el compromiso social. como Nadège Serrero, presidenta de Jeunes Européens de Paris, Léa Moukanas, fundadora de Aïda, una asociación comprometida con la lucha contra el cáncer infantil, y Thomas Torrente, inventor de una aplicación contra el acoso escolar.

En España los elegidos son un grupo heterogéneo de líderes del futuro como Carlos Alcaraz, Ibai Llanos, Marta Ortega, Alexia Putellas, Los Javis, Elizabeth Duval, Alejandro Palomo, Inés Hernand, Moha Gerehou, Isabel Valera y Samantha Hudson. Todos los nombres tienen algo en común: la voluntad y las cualidades para marcar la diferencia y el cambio positivo.