El niño Alcaraz se ha hecho hombre de repente y lleva más de 72 horas ocupando portadas de los periódicos y programas de televisión en España. De ser inglés llevaría camino de convertirse en ‘Sir’. Porque no todos los días nace una estrella y Alcaraz lo es.

Ha entrado en el mercado de la fama desde que tuvo la osadía de ganarle a Tsitsipas, que no es un tenista cualquiera, sino uno de los cinco mejores del mundo, por calidad y pillería.

Cuando el niño Alcaraz tira de pistola y saca su mano derecha da lo mismo quién esté enfrente. Hasta el propio Nadal conoció su medicina el mismo día que Carlos cumplió los 18 años, aunque luego el maestro sacó la escoba y barrió de la pista al aspirante.

Ganar a Tsitipas en el Open USA tiene doble mérito. Porque el torneo es uno de los más grandes y porque el griego, además de ser un genio de la raqueta, lo es también del ingenio y la picardía. El nuevo ‘Zorba’, pese a su juventud tiene, mucha ‘mili’ hecha y es ‘griego’. De modo que cuando algo le va mal sobre la pista, se marcha un buen rato a vestuarios, vaya usted a saber para qué, y ya al regresar nota que sus rivales se han descompuesto esperándolo. Léase Zverev, Murray, etc.

Toni Nadal lo ha denunciado. «Las escapadas de Tsitsipas a vestuarios afectan a lo que está sucediendo en la pista».

Pero el griego se defiende aduciendo que mientras siga las reglas de la ATP, el resto está bien.

Hay quien sospecha que lo que hace Tsitsipas en el vestuario es llamar por teléfono a su entrenador y pedirle consejo respecto a lo que debe ‘cambiar’ en el partido. Es decir, es licenciado en comunicación. Y le sale bien. Pero claro, el público americano siempre tan ‘puro’, no gusta de estas añagazas.

Por eso se hizo ‘fan’ de Carlitos Alcaraz desde que saltó a la pista para jugar ante Tsitsipas y le llevó en volandas a la victoria gritándole: “Carlos, Carlos, Carlos”.

Derrotar al griego 6-3, 4-6,7-6,0-6 y 7-6 convirtió a Alcaraz en el jugador más precoz en ganar a un ‘top 3’ en el abierto de Estados Unidos. Y como nuevo mito del Open USA los organizadores ya le están buscando la letra de una canción que acompañe su salida a la pista al nuevo héroe americano.

Por si esto fuera poco, el de El Palmar (Murcia) tumbó en cinco sets en su siguiente partido al alemán Gojowczyk, y con ello alcanzó los cuartos de final del US Open, que no es una cosa cualquiera. Porque con ello se convirtió en el jugador más precoz en alcanzar un lugar tan elevado. Hasta ahora ese récord lo ostentaba Andre Agassi y ya le pertenece a Alcaraz, que lo ha conseguido a los 18 años y 123 días.

Con todo, a mí no me gusta comparar a Nadal con Alcaraz. Son dos tenistas muy distintos. Aunque empiece a haber algunas semejanzas importantes entre ellos en los resultados. Pero...

Nadal es y será único e irrepetible. Carlos Alcaraz es un tenista muy diferente, que por su juventud, calidad y osadía intentará llegar a ser en los próximos tres años uno de los tres mejores del mundo. La comparación con Nadal la propició el que fuera entrenador del manacori, su tío Toni Nadal. Dijo que nadie le había deslumbrado tanto en sus inicios como este joven de El Palmar. Y es verdad. De hecho, ahí están los resultados. Dispara las audiencias televisivas como lo ha hecho siempre Nadal y parece que puede ser su sucesor. Pero su entrenador, Ferrero, tiene buen cuidado en evitar que se lo crea y hace bien.

Ahora le espera el canadiense Felix-Auger Aliassime, número 15 de la ATP y entrenado por Toni Nadal y Frederic Fontang. Esa será su próxima prueba de fuego porque el canadiense, junto con Alcaraz, parece que va a ser el futuro del tenis mundial.

Y aunque Alcaraz no se parezca a Nadal, le veo mordiendo pronto trofeos importantes. Tiene detrás un gran entrenador, Ferrero, que modeló al ahora casi invencible Alexander Zverev.

Ferrero, que es un ‘enfermo’ del tenis, obliga a Alcaraz a vivir el tenis de día y de noche. Juntos ven en vídeo a todos los rivales a los que se va a enfrentar ‘el niño de oro’ y preparan golpes, repiten movimientos, buscan golpes ganadores que descoloquen al rival y, sobre todo, observan sus puntos débiles en lo físico y lo mental.

Es una cruz vivir así, pero es el único camino para llegar a ser sino Nadal, sí el único relevo actual de Nadal.